
El Gobierno rebajó el pasado martes de 20 a 10 las jornadas reales cotizadas (peonadas) necesarias para que los trabajadores eventuales de Andalucía y Extremadura puedan acceder al subsidio por desempleo o a la renta agraria (460 euros al mes durante medio año), una medida que contrasta con las dificultades en el campo para encontrar mano de obra.
Pedro Barato, presidente de Asaja, la principal organización agraria, considera que la medida tiene tintes electoralistas y pide al Gobierno que "no nos hagan cómplices a los empresarios agrarios y las las quiten de una vez".
El dirigente agrario recuerda que los agricultores "tienen todos los problemas del mundo" no solo a la hora de encontrar personal eventual sino "por las inspecciones" que continuamente reciben los empresarios agrarios para que no haya fraude en el sistema de los subsidios.
Desde Extremadura, el presidente regional de Asaja, Ángel García Blanco, considera la medida "ridícula. Si lo que se pretenden es que todos los temporeros cobren una paguita que las pongan a cero pero que nos consigan trabajadores para realizar las labores del campo", mientras recuerda que "nosotros ahora tenemos que recurrir a inmigrantes de Marruecos para recoger el pimentón de la Vera porque no tenemos mano de obra española".
García Blanco es muy crítico con un sistema de subsidios que desincentiva la oferta de mano de obra en el campo. "El señor Escrivá ya consiguió que se modificase el decreto para que los trabajadores de 52 años no necesiten ninguna peonada para cobrar. Ahora, para qué hacer el ridículo exigiendo 10 peonadas cuando todos sabemos que se las dan los ayuntamientos y no hay trabajadores ni para unos ni para otros".
"Es una ridiculez que pidan solo 10 peonadas para cobrar el subsidio. Si se trata de darles una paguita mejor que las quiten"
La nueva medida de Pedro Sánchez es una vuelta de tuerca a las dificultades de los empresarios agrícolas para poder hacer frente a sus campañas agrícolas. "Tenemos asumido que si se necesita mano de obra lo único que podemos hacer es lo que llamo un 'Echenique', es decir contratar en negro porque los obreros se niegan a que les des de alta en la Seguridad Social porque les quitan 20 euritos por cada día que trabajen más allá de las peonadas permitidas. El problema es que te venga un inspector y te agarren, pero no hay otra manera".
"Lo que es inconcebible es que en Comunidades como Extremadura, con 90.000 parados, tengas que traer gente de Marruecos para hacer las labores agrarias. Ahora, lo que podrían hacer es que con esa paguita que les dan limpien los montes porque tenemos muchos riesgos de incendios", concluye.
Los recolectores de fresas de Huelva también han tenido dificultades para afrontar la última campaña, que han tenido que acortar ante la falta de mano de obra. Eso les ha obligado a renunciar a un 20% de la producción de fresas y que otro 40% de la cosecha ha tenido que destinarse a uso industrial. No recoger la fruta en el momento óptimo para comercializarla como producto fresco supone que el precio pase de 1,40 euros el kilo a apenas 30 céntimos.
Además de las 11.000 mujeres procedentes de Marruecos que ya tienen fidelización con sus empresarios, el sector de la fresa necesitaba 15.000 trabajadores más y apenas se cubrieron 600 con las convocatorias.
Por la reducción del olivar
La justificación del Ministerio para reducir las peonadas ha sido la drástica reducción de la producción de aceite en la campaña de recogida de aceituna que ahora comienza y que se alargará hasta mediados del próximo año, unas previsiones, sin embargo, que distan mucho de la que realizan otros agentes autorizados del sector.
Las primeras estimaciones de Agricultura reflejan una caída del 47% de la cosecha este campaña que comenta hasta situarse en las 780.000 toneladas, la mitad de la media de los últimos cinco años. Pero tanto la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) como la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva (Asoliva) elevan la producción por encima de las 900.000 toneladas, "incluso 1.100.000 toneladas si llegan las lluvias".
Detrás de todo esto, emerge el horizonte electoral en nuestro país, con elecciones autonómicas en mayo y generales a final de 2023.
La reducción de las peonadas fue uno de los banderines de Pedro Sánchez en las campaña de noviembre de 2019, en el que su formación obtuvo una clara victoria en Andalucía y Extremadura, las dos comunidades beneficiadas por la medida y feudos tradicionales de los socialistas, una situación que cambió en el primer caso hace unos meses con la rotunda victoria de Juanma Moreno.