Economía

La idea de una pareja con sus hijos que se convirtió en un negocio millonario

  • Jamie y Brian Ratner invirtieron 5.000 dólares, y ya generan 5 millones al año
  • Rechazaron 10 oportunidades, pero llegaron a un trato con Kevin O´Leary
  • Para su negocio importaban sobre todo las relaciones y la reputación
Familia (Dreasmtime).
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Hace doce años, Jamie Ratner y su marido Brian estaban criando a dos niños pequeños. Aunque entre los dos ganaban una buena cantidad de dinero para apoyar a su familia, con unos trabajos de 9 a 5, Jamie Ratner confiesa sus ganas de abrir su propio negocio.

Se dedicó a pensar en múltiples ideas cada día, pero no fue hasta una tarde, durante un viaje en coche de cuatro horas, que se le ocurrió algo realmente interesante. La pareja acababa de apuntar a su hijo para clases de música, las cuales no eran baratas. La mujer cuenta que siempre estaban buscando actividades para sus hijos, pero dentro de un presupuesto fijo.

Así, aquella tarde dentro del coche, le propuso a su marido: "¿Y si hubiera una página web de acuerdos, que se centrase específicamente en las demandas y necesidades de los padres?". Su marido, en vez de poner miradas como acostumbraba, afirmó que le encantaba la idea.

Un cambio en sus vidas

Ese momento cambió las vidas de la pareja. Invirtieron 5.000 dólares para crear la página CertifiKID. Por aquel entonces, en 2010, cerraron más de 130 tratos con negocios locales en sus ocho primeros meses de existencia, y consiguieron un total de 13.000 suscriptores.

Para octubre de 2011, habían alcanzado el millón de dólares en ventas brutas. Actualmente la cifra es de 5 millones anuales, y creen que podrán generar 6 millones para finales de 2022.

Así, Jamie y Brian Ratner comparten las lecciones de negocio que han aprendido en su camino de más de una década, para alcanzar el éxito del que actualmente disfrutan:

Un nombre corto, fácil de recordar y de escribir

A la hora de nombrar a la compañía, la pareja asegura que se deben considerar factores en torno a la reacción de la gente al nombre, así como si la denominación seguiría teniendo sentido en caso de que el negocio prosperase y cambiase.

A Brian Ratner se le ocurrió rápidamente el nombre de "CertifiKID". Sin embargo, la pareja asegura que es uno de sus mayores arrepentimientos. Comentan que cada día aparece alguien que lo pronuncia mal, y que estos suelen llamar a la compañía "Certified Kid".

En correos y documentos, la gente también suele escribir mal la marca, incluyendo los cheques, lo que ha llevado a la pareja emprendedora a tener que gastar tiempo abordando el error.

Gastos de contratación bajos

En vez de elaborar un presupuesto, simplemente invirtieron aquello que podían permitirse, los 5.000 dólares. Mantuvieron una plantilla reducida, que mezclaba empleados a tiempo completo con trabajadores independientes.

Afirman que era importante para ellos conocer cada faceta de su negocio, desde las redes sociales hasta el servicio al cliente, antes de tomar decisiones que pudiesen salir caras.

Un ejemplo es que cuando la pareja comenzó a contratar, dieron empleo a la gente como trabajadores independientes, esto es, con un período de prueba de tres meses. Y una vez tenían clara la validez de alguien para el puesto, entonces les ofrecían un empleo a tiempo completo.

Primero la comunidad local

La pareja cuenta que la empresa creció de manera orgánica a través del boca a boca, de las redes sociales y en ocasiones a través de trueques. Durante los dos primeros años, se centraron tan solo en su sede central en Washington DC, así como en el área de Baltimore. También le pidieron a su familia y amigos que 'publicitasen' el negocio. Jamie Ratner contactó incluso con cada asociación de padres y profesores, con negocios y medios de comunicación.

Una vez habían probado bien su concepto, comenzaron a expandirse poco a poco a otras ciudades: Chicago, Atlanta, Nueva York, Los Ángeles, San Francisco y Filadelfia. La madre asegura que fue gracias a tomarse su tiempo para perfeccionar el negocio que pudieron crear algo con perspectivas de futuro.

Un gran servicio para el cliente

La pareja asegura que la clave de su éxito era el inigualable servicio a clientes y miembros. Por ejemplo, Jamie Ratner contestaba llamadas de trabajo un sábado a las 11 de la noche, sorprendiendo además al cliente, que se encontraba directamente en una conversación con la directora ejecutiva de la empresa.

Emitían reembolsos como churros, pero compensaban las pérdidas con sus tarifas de transacción. Este acercamiento propiciaba la lealtad de los suscriptores, que solían realizar múltiples compras y hacían correr la voz sobre el negocio.

Así, la pareja afirma que si se sacrifica tiempo y dinero por adelantado, entonces se alcanzará la preciada lealtad del cliente a largo plazo.

Conocer tu valor a la hora de hacer tratos

En los comienzos, rechazaron diez oportunidades de adquisición y colaboración. La pareja afirma que había creado un gran equipo, por lo que querían llevar las cosas a su manera todo el tiempo que les fuera posible.

Además, el hecho de conocer el valor del negocio les ayudó cuando aparecieron en el show de realidad empresarial "Shark Tank" en 2019. Aunque habla de una negociación compleja, finalmente la pareja consiguió un trato con el millonario inversor Kevin O´Leary, que consistía en una inversión de 600.000 dólares a cambio de un 19% de participación.

A partir de ese momento, el equipo de O´Leary ayudó al negocio a crecer dentro del panorama nacional, así como a capear la pandemia.

No es necesario perseguir aquello que es popular

En los dos primeros años del negocio había una moda con compañías similares, la cual consistía en vender un trato al día para mantener las expectativas altas, y así atraer a la gente todos los días. La pareja intentó hacer lo mismo, pero resultó que los padres no suelen caracterizarse por tomar las decisiones con rapidez. Por tanto, una vez habían oído hablar del trato y se habían interesado por este, el mismo ya no se encontraba en la página web, y había aparecido otro nuevo.

Pero la pareja asegura haber aprendido una lección valiosa. El éxito de su idea vendría de la mano de crear relaciones y contactos, antes que por copiar a grandes competidores. Su filosofía se basaba en no perder el trato con alguien a quien les interesase tener cerca, debido a un precio.

Entonces, la pareja fue desarrollando una reputación con el tiempo, sobre que eran capaces de hacer funcionar cualquier cosa con todo negocio con el que les interesase una colaboración o publicidad. Esa flexibilidad acabo siendo, según Jamie Ratner, una de las mayores fortalezas de su negocio.

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