Economía

Dejar el empleo a los 50: el 'tabú' de la menopausia expulsa a muchas mujeres del mercado laboral

  • El Banco de Irlanda acaba de aprobar un permiso retribuido de 10 días
  • Las economías están perdiendo fuerza laboral por falta de medidas
  • Ningún gobierno de Europa tiene regulación alguna en esta materia
Foto: iStock

El Banco de Irlanda es el último integrante de la -aún corta- lista de empresas que tienen habilitado un permiso remunerado para las trabajadoras que sufren enfermedades o indisposiciones causadas por la menstruación. Históricamente ignorado, el asunto es tarea pendiente de los gobiernos pese a tener una afectación directa sobre el mercado laboral, que sigue perdiendo trabajadoras ante la falta de políticas que permitan adecuar el entorno de trabajo a las indisposiciones severas que pueden derivar de esta etapa de cambios fisiológicos.

El Banco de Irlanda presentó la medida tras celebrarse el Día Mundial de la Menopausia. De este nuevo permiso de 10 días por año se podrán beneficiar aquellas personas que experimenten síntomas psicológicos o físicos que le impidan el desempeño laboral e incluirá la asistencia a citas médicas. La ausencia quedará justificada.

Una de las pretensiones de la medida es crear "un entorno de trabajo más abierto", indica el banco en un comunicado. La nueva política incluye cursos de capacitación para el equipo de Recursos Humanos y los coordinadores de empleados para ayudarlos a comprender el impacto que la menopausia puede tener en el trabajo y "fomentar una mayor conciencia y comprensión de la menopausia entre el personal".

Trabajar con depresión o somnolencia se ha normalizado

La medida se apoya en una investigación que el Departamento de Salud publicó la semana pasada y que señala que tres cuartas partes del grupo de mujeres mayores de 35 años han entrado en la perimenopausia (19%), están en la menopausia (18%) o han completado la menopausia (37%). Es decir, el proceso menopaúsico afecta a la mayoría de mujeres actualmente, muchas de ellas en edad laboral.

Los estudios que se han publicado en los últimos años ponen el foco en la necesidad de aprobar políticas inclusivas al respecto. En 2010, un informe elaborado por la Fundación Británica de Investigación en Salud Ocupacional (BOHRF por sus siglas en inglés) indicaba que entre los síntomas más comunes que las personas con menopausia tenían que afrontar en el trabajo se encontraban el cansancio, la falta de concentración, depresión, confianza reducida o somnolencia.

Ese mismo estudio subrayaba la falta de atención desde el ámbito laboral a este tema pese a que "las mujeres representan casi la mitad de la población activa". La Fundación llegó a publicar una guía para ayudar a los empleadores a mejorar la gestión.

La tendencia está en auge en Reino Unido y parece que seguirá ganando terreno. La del Banco de Irlanda sigue la propuesta planteada por la Unión de Servicios Financieros (FSU) a la que también se sumaron Danske Bank, AIB, Ulster Bank o Citigroup. El sindicato ha prometido encauzar la lucha sindical por esta vía para llevar los permisos retribuidos a más empresas. Ayer lanzaron su nueva política integral de orientación sobre la menopausia en el lugar de trabajo bajo el título 'No solo pasas por la menopausia en casa'.

"Durante mucho tiempo, la menopausia se ha visto estrictamente como un asunto privado y personal envuelto en estigma, pero con más mujeres que nunca en el lugar de trabajo, los empleadores tienen la responsabilidad de considerar las dificultades que pueden experimentar", advierte.

Una investigación del propio FSU elaborada en 2021 remarca lo que queda por hacer en esta materia. Solo el 2,8% de las encuestadas dijo que su empresa tenía una política establecida para los casos de menopausia, cuando el 89,4% declaró que la menopausia afectaba la vida laboral.

Tarea pendiente de los gobiernos

El Gobierno de Reino Unido acaba de formar un grupo de trabajo sobre la menopausia para promover iniciativas que apoyen a las trabajadoras que enfrentan síntomas y ya ha recibido el apoyo del FSU, aunque no hay noticias sobre una regulación estatal. 

Ningún país europeo tiene de momento regularizado el permiso por menopausia ni políticas activas de acompañamiento a las mujeres que eviten que, en muchos casos, se vean abocadas a salir del mundo laboral pese a pertenecer al grupo de trabajadores de más rápido crecimiento. Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) la menopausia ocurre habitualmente entre los 48 y los 54 años.

Las mujeres en el entorno de esta franja de edad suponen, por ejemplo, el 11% de la fuerza laboral del G7. O, en España, las mujeres entre 45 y 54 años representan el 28,2% de la población activa de su género, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de este año. 

En declaraciones a este medio, desde el Instituto de las Mujeres, dependiente del Ministerio de Igualdad, señalan que "se trata de una propuesta que va en el mismo sentido de la reforma de la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo". La norma -en proceso parlamentario- incluye el derecho a un permiso remunerado para las personas menstruantes con reglas incapacitantes, una medida que erige a España como país pionero en la implantación de mecanismos para adaptar los derechos laborales a las necesidades y salud de las mujeres.

Lo más cercano a regular las bajas por menopausia hasta el momento no trasciende de una propuesta por el momento. "El mismo texto [de la Ley Orgánica] recoge el necesario desarrollo por parte de los poderes públicos de políticas sanitarias, educativas y sociales que garanticen la atención especializada dirigida a personas en diferentes etapas del ciclo vital, también en la fase de la vida adulta de las mujeres en que tienen lugar el climaterio y la menopausia". Añaden desde el organismo que el texto incide en la necesidad de "reforzar los programas públicos de educación sexual y reproductiva dirigidos a personas adultas, con especial énfasis en las franjas en las que se producen los procesos de climaterio y menopausia".

La Generalitat catalana dio un paso en este sentido a principios de octubre, aunque delimitado a los funcionarios. El pasado día 6 anunció un acuerdo con los sindicatos de función pública para habilitar ocho horas de flexibilidad horaria al mes para las trabajadoras de la administración pública, profesoras y personal sanitario que presenten dolores menstruales o indisposición por el climaterio. Las horas deberán ser recuperadas en los cuatro meses posteriores en franjas de mínimo 30 minutos.

En enero de este año, el tema saltó al Parlamento Europeo en forma de pregunta: "¿Qué medidas planea tomar la Comisión para prevenir y combatir mejor la discriminación de las trabajadoras en edad menopáusica?". La respuesta ofrecida por la comisaria de igualdad, Hellena Dally, en mayo se traduce en 'ninguna'. De hecho, ni siquiera existe una recopilación de datos en toda la UE.

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