
Tener un empleo en España no es garantía de escapar de la pobreza. Amenaza al 15,6% de los ocupados, un porcentaje que supera en casi cinco puntos la media de la zona euro. Se trata, además, del dato más alto anotado en nuestro país en siete años.
España es uno de los países europeos con mayor porcentaje de la población total en riesgo de pobreza. Un 27,8% para el total y un 26,5% si se circunscribe a los mayores de 18 años. En ambos casos, se trata de niveles que sólo rebasan los griegos.
La tasa es muy superior entre los desempleados: llega al 64%, aunque aquí la relación con el resto de la eurozona sí cambia. España retrocede el tercer puesto de la lista, por detrás de Alemania (78,2%) y Países Bajos (73,2).
Por sorprendente que puedan parecer estos datos, hay que recordar que la tasa de paro de ambos países era en 2021 casi cuatro veces inferior a la española.
Los trabajadores en riesgo de pobreza, que Eurostat define como aquellos cuya renta disponible es un 60% inferior a la mediana, suponían el 15,6% de los ocupados. También en esta variable se mantiene la misma comparativa con el resto de países.
Aunque estos datos nos recuerdan que el paro es la primera causa de pobreza entre las personas en edad de trabajar, no conviene minimizar el impacto en los que cuentan con un empleo. En 2021 la cifra total de ocupados en España multiplicaba casi por seis a la de los desempleados.
Además, se trata de una amenaza creciente: el dato de 2021 es el más elevado desde 2015, cuando Eurostat inicia su serie histórica. Es 1,3 puntos porcentuales superior al registrado en 2019.
Los datos acusan el impacto de la pandemia, por un lado, pero también muestran que las medidas puestas en marcha para impedirlo no dieron el resultado esperado ni siquiera en un momento en el que el empleo registraba una acelerada recuperación tras la parálisis de la actividad en 2020.
Como consecuencia de ello, España se situaba en el pasado año en cabeza de la zona euro por pobreza de sus trabajadores. Una variable en la que, de nuevo, solo estábamos por detrás de Grecia.
El análisis de las situaciones de los trabajadores arroja más información. Por un lado, pese a que la brecha salarial de género en España se sitúa en el 9,4% (según los últimos datos de Eurostat, correspondientes a 2020), el riesgo de pobreza amenaza más a los trabajadores varones: un 16,7% frente a al 14,8%.
Las diferencias entre el tipo de empleo también son abultadas. La tasa de asalariados en riesgo de pobreza es 20 puntos inferior a la de los que no trabajan por cuenta ajena, si bien en este punto la estadística no precisa qué tipo de trabajadores por cuenta ajena son.
Estos datos cobran actualidad en un momento en el que se está tramitando en el Congreso la reforma del RETA, el régimen especial de la Seguridad Social para los autónomos, con la que el Gobierno promete una rebaja de las cuotas de los trabajadores con menos ingresos a la vez que se mejorarán sus prestaciones.
Pero una de las cuestiones más llamativas es cómo se compara el riego de pobreza en función de la jornada. Teniendo en cuenta que España es el país con mayor volumen de trabajadores en situación de infraempleo de la Unión Europea, parecería lógico esperar que también lideren la tasa de trabajadores en riesgo de pobreza.
Pero no curre así. El porcentaje del 21,4% de trabajadores españoles a tiempo parcial en riesgo de pobreza supera al 21% de Grecia pero queda muy por debajo del 26% de Portugal. Aunque aún mayor es la distancia el 13% de la media de la zona euro.
Pero sin minusvalorar el impacto del subempleo, hay que tener en cuenta que en 2021 el 86,1% de los españoles trabajaba jornada completa. Según los datos de Eurostat, uno de cada diez (un 10,9%) estaba en riesgo de pobreza.