
Las administraciones continúan reduciendo su déficit. En los datos publicados hoy por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, la deuda consolidada de la Administración Central, Comunidades Autónomas y Seguridad Social del primer semestre en términos de contabilidad nacional, se ha reducido un 45,4% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, gracias al aumento de la recaudación tributaria.
En esta primera parte del año, el déficit de la Administración, sin contar con la ayuda financiera, se sitúa en 29.248 millones de euros, un 2,24% del Producto Interior Bruto (PIB). Si incluimos la ayuda a las entidades financieras (395 millones), la deuda aumenta hasta el 2,27% del PIB. Esto se traduce en una reducción de la carencia de 24.434 millones en una año.
Con respecto a la Administración Central, el déficit se sitúa en 21.993 millones tras los primeros seis meses de 2022, un 43,5% menos que que los datos registrados el año anterior. Esto ha supuesto 16.909 millones de reducción respecto al año anterior
Las Comunidades Autónomas, por su parte, registran un déficit en junio de 2022 de 8.168 millones, lo que equivale al 0,62% del PIB, frente al 0,64% alcanzado en junio de 2021. Este resultado obedece a un aumento de los gastos del 3,8%, mientras los ingresos crecen a un ritmo del 3,7%.
Por último en este desglose de la Administración, los Fondos de la Seguridad Social registraron un superávit de 923 millones de euros, frente frente a los 7.066 millones de déficit del mismo periodo de 2021. En términos de PIB el superávit de la Seguridad Social se sitúa en el 0,07%, mientras que hace un año marcaba un déficit del 0,59% del PIB.
Esto es consecuencia de un crecimiento de los ingresos del 6,4% (destaca el buen comportamiento de las cotizaciones con un crecimiento del 5,5%) frente al descenso registrado en los gastos de un 1,5%.
Desde marzo de 2020 las operaciones del subsector de los Fondos de la Seguridad Social han estado directamente afectadas por la crisis derivada de la pandemia. No obstante, los avances en el control de la misma, sobre todo con el proceso de vacunación, han motivado una reducción de su impacto económico. A finales del junio de 2022 dicho impacto estimado ha sido de 1.833 millones, lo que supone reducir en un 73,4% el que tuvo en el mismo período de 2021.
Aupados por la recaudación
Hasta julio de 2022 el Estado ha registrado un déficit equivalente al 1,66% del PIB, frente al 4,40% existente en julio de 2021. De esta forma, el déficit se sitúa en 21.737 millones, lo que supone un descenso del 59% respecto a los 53.033 millones del mismo periodo del ejercicio anterior.
Esto se debe en gran parte a la recaudación de recursos no financieros, que ascendieron a cerca de 150.000 millones de euros, un 32,5% más que en el mismo periodo del año pasado. Del total, el 77,7% ha sido a través de impuestos, alcanzando los 115.000 millones. Esto supone un aumento del 23,2% respecto julio de 2021.
Los buenos datos de crecimiento de estos primeros siete meses han motivado este contexto de alza recaudatoria, pero también se ha visto reflejados debido a la gran escalada inflacionista que asola a todo el mundo desde el inicio del conflicto geopolítico en Ucrania. Esto se puede ver en los ingresos procedentes de la venta de bienes y servicios, que muestran un alza del 34,7% respecto al año pasado, y en el que los factores mencionados se ven perfectamente reflejados.
El IRPF ingresó un 44,9% más, debido principalmente al efecto del primer plazo de la campaña de la renta de 2021, que la Agencia Tributaria achaca, entre otros factores, a la subida de tipos para las bases del ahorro y la modificación de los límites deducibles en las aportaciones a planes de pensiones.
La recaudación por IVA aumentó un 19,7% a pesar de la bajada del IVA de la electricidad y la del impuesto de sociedades, un 11,3 %.