Con la entrada del mes de septiembre, Foment del Treball marca sus prioridades para el curso que comienza. A pesar de los tambores de recesión y el impacto de la inflación en la economía del país, la patronal catalana insiste en no dejar de lado la ansiada ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Para presionar a las administraciones, la entidad ha creado una nueva comisión que buscará complicidades en el Govern con tal de desbloquear la obra a partir de 2026.
Como ya prometió en el momento en el que fue reelegido presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre no quiere abandonar la idea de ampliar el aeropuerto. La entidad se resiste a aparcar una inversión de 1.700 millones de euros a pesar de que Aena no la incluyó en su plan de inversiones actual y buscará el método para encajar los trabajos con la preservación del espacio protegido por la red Natura2000.
"El objetivo principal de la comisión es buscar las máximas complicidades de las administraciones para lograr un pacto entre todas las fuerzas políticas que permita el desarrollo de esta infraestructura vital para la economía catalana", señaló el dirigente. "No sabemos si la Generalitat ve de forma positiva la comisión, pero si sabemos que al menos no la ve de forma negativa", añadió.
La comisión del aeropuerto estará constituida durante nueve meses e incluye a expertos tanto aeroportuarios como ambientales
La organización asegura que cuenta con un informe técnico que reduce el impacto medioambiental. Una de las opciones sobre la mesa pasa por ampliar entre 300 y 350 metros la pista de la instalación, lo que permitiría aumentar la capacidad sin dañar el estanque de La Ricarda, el principal espacio protegido afectado en la propuesta original de Aena.
No está decidido que sea la opción final. El presidente de la comisión, Lluís Moreno (de la Cámara de Contratistas) aseguró estar aprendiendo cada día cosas nuevas sobre el negocio aeroportuario y, en tono jocoso, Sánchez Llibre admitió "no tener ni idea" de la industria. Eso sí, apuntaron que no conciben la posibilidad de que la ampliación no sea posible por motivos medioambientales.
En el equipo también están Mónica Roca, presidenta de la Cámara de Barcelona; Jordi Clos, presidente del Gremio de Hoteles; Enrique Lacalle, presidente de Automobile Barcelona; Mar Alarcón, consejera delegada de Social Car; y el exministro Josep Piqué. Además, cuenta con varios expertos técnicos, tanto desde el punto de vista aeroportuario como ambiental. Está previsto que esté constituida durante nueve meses a partir de este lunes, cuando se producirá la primera reunión.
El otoño que viene
La expansión de El Prat no es el único frente abierto de la institución. A pesar de que cada vez son más las voces que asumen una recesión en Europa, Foment del Treball no quiere dejarse llevar por el pesimismo y quiso trasladar un mensaje "optimista" durante la comparecencia. Sánchez Llibre trató de trasladar una actitud positiva de los empresarios ante el otoño que se avecina, pero volvió a pedir a Pedro Sánchez un liderazgo que, a su juicio, no ha mostrado durante los últimos meses.
La patronal insistió en un mensaje que repite desde la primavera: el Gobierno debe intentar recuperar el fallido pacto de rentas; una negociación entre empresas y sindicatos en la que se incluyan la subida del salario mínimo o la revalorización de las pensiones.
El exdiputado de CiU pidió también a Sánchez que ponga orden en el Ejecutivo. "Hay algunas ministras que deben hacer de ministras y no de activistas", denunció, en alusión a la rama de Podemos del Gobierno.
Mientras, Foment ve como el Gobierno francés echa por tierra su proyecto estrella para hacer al corte de gas ruso. De la mano del Ejecutivo español, la patronal abogaba por reactivar el gaseoducto Midcat, para traer el combustible desde el norte de África a Europa a través de la Península Ibérica. Sin embargo, el Elíseo se mostró siempre reacio a esta vía a pesar de las presiones de Alemania.
Este lunes, el presidente galo, Emmanuel Macron, oficializó su rechazo a la infraestructura tras reunirse con el canciller alemán, Olaf Scholz. "Es insólito que, con la situación que vivimos, el Gobierno francés tenga esta miopía para boicotear la interconexión gasística", lamentó Sánchez Llibre. Y añadió: "Han primado los intereses particulares de Francia y su energía nuclear por encima de los de Europa".