Apenas el día siguiente de conocerse que la inflación escaló por encima del 10% en junio, la patronal catalana Foment del Treball pidió al Gobierno recuperar el fallido pacto de rentas. El presidente de la institución, Josep Sánchez Llbre, demandó a Pedro Sánchez volver a sentar a empresarios y sindicatos en la mesa para abordar la respuesta a la subida del IPC pese al fracaso de las últimas negociaciones.
El dirigente participó en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum y explicó que ya había pactado con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, recuperar la petición. Aseguró que el líder de la organización empresarial española recibió de forma positiva el planteamiento.
"No estamos ante un huracán económico, estamos ante una emergencia económica nacional viendo que los datos de inflación y la subida de los costes de la energía se pueden mantener hasta 2023. La economía española necesita un liderazgo que debería corresponder al presidente del Gobierno", interpeló Sánchez Llibre. El empresario pidió a Sánchez que tome las riendas de la negociación entre sindicatos y empresarios para "repartir equitativamente entre la sociedad civil el coste de la crisis".
El pacto eso sí implicaría abordar la subida salarial tanto del sector privado como de los funcionarios y abordar de forma conjunta la revalorización de las pensiones. Para el dirigente, las compañías deben aceptar una reducción de los beneficios y aplicar incrementos de sueldos superiores a los aprobados ahora mismo.
De este modo, el exdiputado de CiU pretende recuperar el pacto de rentas y evitar la pérdida de poder adquisitivo "sin olvidar a las empresas". La subida de impuestos tampoco es la solución, a su juicio. "En España existen planteamientos equivocados para la subida de impuestos cuando se debería implementar una fiscalidad competitiva", comparó.
La presión fiscal en Cataluña es "asfixiante y confiscatoria"
Peor es la situación para las organizaciones en Cataluña. El líder patronal calificó de asfixiante y confiscatoria la realidad en la autonomía. "La realidad de la política fiscal en Cataluña, si sumas la del Estado más la de la Generalitat, es asfixiante y confiscatoria", lamentó. En este sentido, advirtió tanto al Govern como al Ejecutivo que elevar la presión "sería un planteamiento erróneo". Un camino contrario al que siguieron territorios como Alemania y Francia.
El mandatario volvió a pedir la supresión del impuesto de Patrimonio y recordó que el Tribunal Constitucional está pendiente de un recurso sobre la regulación actual del tributo. También demandó un tipo competitivo para Donaciones y Sucesiones. Renunció a pedir su eliminación por las "necesidades financieras" de la administración.