Economía

La inflación y las sombrías perspectivas económicas reavivan los fantasmas de la crisis en Grecia

  • En ocho años, Grecia recibió más de 200.000 millones en rescates
  • La inflación en abril superó el 9% y en mayo se situó en el 10,7%
La inflación trae de vuelta los fantasmas de la crisis económica en Grecia. Foto: Alamy

En 2009, Grecia anunció que su déficit presupuestario había alcanzado el 13% de su PIB. La noticia sembró el pánico en toda Europa -no se podía dejar caer a un Estado miembro de la Unión Europea- y en los mercados. Ante esta situación, el Gobierno de Atenas hizo lo único que podía hacer: buscó ayuda internacional y terminó aceptando un rescate a cambio de imponer duras normas presupuestarias. Ocho años, tres rescates y 203.770 millones de euros después, el país consiguió recuperarse lo suficiente como para valerse por sí mismo, poniendo fin a ese programa. Sin embargo, las consecuencias de la pandemia, la inflación desatada, la guerra de Ucrania y la más que posible recesión en Europa habrían hecho que regresen a Grecia los fantasmas de la década pasada.

La preocupación por las sombrías perspectivas económicas es algo que tienen en común no sólo todos los Estados miembro de la Unión Europea, sino también el resto de países del mundo. No obstante, el caso de Grecia es especial por lo vivido durante los peores años de la anterior crisis económica.

Tras poner fin al programa internacional de rescate, la economía griega se expandió un 1,6% ese año y un 1,9% en 2019. La llegada de la pandemia, con sus consiguientes confinamientos y paros en la industria, impactaron de lleno en los resultados de 2020 y 2021. Una situación de la que no había conseguido recuperarse cuando empezaron a subir de manera descontrolada los precios de los alimentos y la energía, a los que en febrero se sumaron los efectos de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

En abril, la inflación en Grecia superó el 9%. Un mes después, el alza de los precios de los alimentos y la energía con respecto al mismo periodo del año anterior se situó en el 10,7%, según estima la oficina de estadística europea. Una subida en parte motivada por el coste del gas y la gasolina, que en Grecia están por encima de la media de la UE, de acuerdo con el informe elaborado por la Comisión Europea. En respuesta, el Gobierno del primer ministro Kyriakos Mitsotakis ha fijado un tope a los precios de la electricidad al por mayor.

El encarecimiento de la vida también se ha dejado sentir en el precio de los alquileres. Entre otoño de 2020 y el mismo mes de 2021, los alquileres en Grecia aumentaron un 5%. En el caso de su capital, Atenas, ese incremento llegó a alcanzar el 17%.

Pese a estas cifras, los expertos consultados por CNBC no creen que Grecia se encuentre en la misma situación que hace 13 años. Jonas Floriani, analista del grupo AXIA Ventures, respalda esta teoría señalando que el país cuenta con un alto nivel de ahorro, un factor esencial en caso de que el panorama económico empeore. Los bancos griegos, por su parte, también se han fortalecido en estos años. A todo esto se sumará pronto el paquete de medidas adicionales para empresas y hogares que anunció recientemente Mitsotakis.

El propio primer ministro griego ha destacado que la economía de Grecia "es segura" y ha garantizado la "eficiencia energética", incluso en los peores escenarios. Tal es así, que a Mitsotakis no le sorprendería "si la economía griega al final crece más rápido de lo que han predicho las grandes organizaciones internacionales", según recoge Europa Press.

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