
La dirección de la Reserva Federal acordó en su reunión de los días 3 y 4 de mayo aprobar alzas a un ritmo de medio punto en las próximas dos reuniones, para acelerar el endurecimiento de entrada y tener así margen para graduar la intensidad de las subidas durante el resto del año. Más dureza ahora para tener más flexibilidad más adelante, fue la opinión que reflejan las actas de su último encuentro.
"La mayoría de los participantes consideró que los aumentos de 50 puntos básicos probablemente serían apropiados en las próximas dos reuniones", reflejan las minutas. "Muchos participantes consideraron que acelerar la eliminación de la política acomodaticia dejaría al comité bien posicionado a finales de este año para evaluar los efectos del endurecimiento de la política en la economía", para valorar si merece la pena frenar o mantener el ritmo.
El banco central de EEUU está tratando de enfriar la inflación más alta en 40 años sin llevar a la economía a una recesión. Después de elevar los tipos de interés en medio punto porcentual en la reunión de mayo, las minutas confirmaron el apoyo de la mayoría de los miembros de cara a continuar con con este ritmo de aumentos durante al menos dos reuniones más.
Los directivos de la Fed "señalaron que una postura restrictiva de la política bien podría volverse apropiada dependiendo de la evolución del panorama económico", decían las minutas. En su opinión, la demanda laboral continuaba superando la oferta disponible.
Calculan que los precios aumentarán un 4,3% en 2022, antes de desacelerarse al 2,5% el próximo año
En las semanas posteriores a la reunión, la volatilidad de los mercados financieros se ha disparado debido a que los inversores temen que se avecine una recesión. Las acciones se han desplomado, los bonos del Tesoro han subido y crecen las apuestas sobre la rapidez con la que subirán los tipos. El presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, sugirió el lunes que una pausa en las alzas en septiembre "podría tener sentido" si las presiones sobre los precios se enfrían.
La preocupación por las perspectivas de ganancias empresariales y el aumento de los tipos de interés también ha afectado a los mercados financieros. El S&P 500 lleva perdido un 17% en lo que va de año, mientras que los bonos a dos años del Tesoro han saltado hasta el 2,48% de rentabilidad frente al 0,8% con el que empezaron el año.
Las actas también indican que el personal de la Fed revisó al alza su pronóstico de inflación. En su opinión, los precios aumentarán un 4,3% en 2022, antes de desacelerarse al 2,5% el próximo año. El objetivo de la Fed para su indicador de inflación preferido, el índice de precios de gastos de consumo personal del Departamento de Comercio, es del 2% anual. La medida subió un 6,6% interanual en marzo, mientras que el índice de precios al consumidor del Departamento de Trabajo subió un 8,3% en abril.