España es el único país europeo que sube el Impuesto sobre Sociedades sin esperar, además, al tipo mínimo del 15% para las multinacionales que prepara la Comisión Europea para todos los Estados miembros. El Gobierno ha decidido no esperar a la decisión europea para armonizar la medida y ha establecido por su cuenta un tipo mínimo del 15% para las empresas que facturen más de 20 millones de euros. Moncloa opta así por elevar la presión sobre las medianas empresas, ya que el proyecto europeo estudia este mínimo para sociedades que facturen más de 700 millones de euros.
El Ejecutivo no aclara aún que hará cuando se apruebe el tipo mínimo europeo y baraja la opción de mantenerlo además del que establezca la Comisión Europea. Esta situación contrasta con la del resto de economías europeas, que han aplicado rebajas en el Impuesto sobre Sociedades en los últimos ejercicios.
Los últimos países en reformar la fiscalidad de la empresa son Austria, Francia, Holanda, Polonia, Suecia y España. Todos han elegido bajar los tipos o reducir la presión durante este ejercicio menos el Gobierno español.
Los países que bajan la presión
En concreto, Austria reduce el impuesto de sociedades del 25% al 23%. Además, en la actualidad el Gobierno austríaco estudia un aumento del umbral de la exención de impuestos sobre las ganancias hasta los 30.000 euros. Por su parte, Francia redujo la tasa estándar legal del Impuesto sobre Sociedades en 2022 al 25,83%, incluido el recargo social del 3,3%.
En el caso de Holanda, el Gobierno descarta para este ejercicio la reducción prevista originalmente de la tasa del Impuesto sobre Sociedades al 21,7%. Opta por mantenerla en el 25,8%. Sin embargo, aplica un recorte a la base imponible. De esta forma, el tramo impositivo más alto se incrementa 245.000 euros a 345.000 euros.
Por otro lado, Polonia ha puesto en marcha unas rebajas fiscales en la línea de las del año pasado firmadas por Estonia. El Gobierno polaco ha establecido para este año que las empresas con ingresos inferiores a 24 millones de euros solo paguen impuestos sobre sus ingresos cuando se distribuyen a los accionistas. Además, acuerda un tipo mínimo de solo el 10%, que se aplica cuando los ingresos netos de una empresa representan menos del 1% de los ingresos totales, excluidas las ganancias de capital. Por su parte, Suecia también recorta su Impuesto sobre Sociedades del 21,4% al 20,6%.
Años de rebajas fiscales
Más allá de este ejercicio, las economías europeas han optado por bajar o mantener su impuesto sobre Sociedades en los últimos tres años. Durante este tiempo, hasta seis países han bajado sus tipos. De este modo, la tasa impositiva promedio de todos los países europeos ha disminuido del 22,8% en 2018 al 21,8% en 2021. Esta media se sitúa ya 3,2 puntos por debajo del tipo español, que se mantiene en el 25%.
Según los últimos informes de la Unión Europea y la OCDE, Bélgica, Francia, Grecia, Luxemburgo, Noruega, Suecia y Suiza han reducido sus tipos en el Impuesto sobre Sociedades. El resto los han mantenido, salvo Turquía que ha subido tres puntos sus tasas y se equipara con el impuesto español.
Francia ha firmado la mayor bajada de los países del entorno. Según los datos de la Comisión Europea Francia aplica ahora una tasa impositiva corporativa máxima estándar del 27,5% y un recargo del 3,3%, lo que da como resultado una tasa legal combinada del 28,41%. En 2017, Francia impuso una sobretasa temporal única sobre los beneficios corporativos de las empresas con ingresos superiores a 250 millones de euros a una tasa del 10,7%. Esta sobretasa se eliminó en 2018, lo que redujo la tasa legal combinada máxima del 44,4% en 2017 al 34,4%. Francia tiene nuevos recortes de tasas programados, que conducen a una tasa combinada de 25,8% en 2022. Por otra parte, Grecia redujo su tasa corporativa del 29% al 28%.