
El impacto de la reforma laboral sobre el empleo indefinido ha provocado que en el primer trimestre de este año se rompa por primera vez la barrera de diez millones de afiliados con contrato fijo, según un informe elaborado por el Servicio de Estudios de UGT.
Por el contrario, los asalariados con contratos temporales se ha colocado en el primer trimestre por debajo de los cuatro millones.
El análisis remarca que "si bien puede argumentarse que estas cifras vienen determinadas por el sostenido dinamismo en cuanto a creación de empleo, se constata cómo los afiliados con contrato temporal, aunque crecen un 2,3% durante los tres primeros meses, lo hacen en menor proporción que los indefinidos (6,9%)".
Contratos en 2022
Así, de los 4,712 millones de contratos firmados durante los tres primeros meses (un 20% anual más), hasta 1,069 millones fueron indefinidos, lo que representa una cuota del 22,6% sobre el total, un porcentaje nunca antes alcanzado, según destaca el trabajo del Servicio de Estudios del sindicato.
Además de la conversión de temporales a indefinidos, registrándose un crecimiento del 70% (150.000 conversiones más respecto al mismo periodo de 2021), "es incluso más importante el incremento experimentado por la contratación indefinida inicial, con una tasa anual del 185%, 453.000 nuevos contratos más que en el mismo periodo del año anterior.
Contratos de corta duración
Otro aspecto que resalta UGT es el impacto de la reforma laboral en los contratos de muy corta duración. Los contratos de 7 o menos días representaba un 62,5% del total en los 3 años anteriores a la pandemia (2017-2019), en contraste con el 30,4% que se alcanza en el promedio de 2022.
Esto conduce a una reducción de la rotación laboral, con un 50% de los contratos firmados en el primer trimestre aún vigentes, frente al 10,8% registrado en el periodo 2017-2019.