La recuperación de la demanda, cercana al 90% de la que había antes de la pandemia, y la subida de los precios, en el entorno del 15% de media, proyectan una Semana Santa en España, en términos de ventas turísticas, apenas un 10,9% por debajo del nivel registrado en el mismo periodo vacacional de 2019, ejercicio histórico para el turismo en el mercado español, según las proyecciones elaboradas por Exceltur. Se termina así con dos años de sequía total en estas fechas como consecuencia de las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia por Covid-19. El Producto Interior Bruto (PIB) turístico para el mes de abril se situará, de acuerdo con los datos facilitados por Exceltur a este diario, en 11.281 millones de euros. Esta cifra es un 9,6% inferior a los 12.475 millones que se generaron en el mismo mes de 2019.
Abril está marcado tradicionalmente por la celebración de la Semana Santa, que en España propicia un fuerte impulso en los viajes domésticos, pero también en los de turistas internacionales. No hay datos precisos sobre cuánto pesa este periodo en el conjunto del mes, pero las estimaciones del sector apuntan a cerca de dos tercios del gasto total. En 2019, los turistas internacionales gastaron aproximadamente 7.000 millones de euros en abril y los españoles alrededor de 5.000 millones. Para este año, la demanda internacional se sitúa en el entorno del 87% de la que hubo hace tres años, según los datos recabados por Forward Keys. En el caso de los nacionales, los viajes aéreos, por ejemplo, se sitúan a la par que los valores previos a la pandemia, con un descenso de las reservas anticipadas en Semana Santa del 1%. Es más, algunos destinos superan con crecer aquellos niveles, como el aeropuerto de Lanzarote, con un 78% más, o el de Fuerteventura, con un 49% más.
La ocupación hotelera, por su parte, se halla en niveles cercanos a los de 2019 para Semana Santa, con volúmenes cercanos al 80%. En la recuperación de la demanda la guerra de Ucrania ha tenido un efecto limitado en las reservas para España, que incluso se ha visto favorecida frente a otros destinos como Turquía y Grecia. Los extranjeros han priorizado la oferta española y los nacionales han contenido aún sus viajes al exterior.
El número de turistas internacionales y nacionales se situará, por tanto, en el entorno del 90% del que se registró en la Semana Santa de 2019. Un nivel que prácticamente se replica a las ventas del sector turístico. Esto es así porque la subida de los precios de los alojamientos y las aerolíneas, del 15% de media, según Destinia, compensa el menor gasto procedente de los extranjeros, cuya recuperación es aún menor que la de los españoles. Pese a la clara mejora, la traslación del aumento de los costes al cliente final es del 26%, según Exceltur, por lo que los márgenes de las empresas, en el actual contexto inflacionista, se están viendo muy atacados.
El PIB sectorial ya es sólo un 9,6% inferior al que se registró en España en el mismo mes de 2019
Las aerolíneas también celebran la llegada de la Semana Santa. Tras la irrupción de ómicron y la incertidumbre suscitada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, las compañías aéreas empezaron a recuperar el vigor perdido durante el mes de marzo. Para Semana Santa esperan ocupaciones medias de entre el 80 y el 90%, superando ampliamente las del último año y colocándose en cifras similares a 2019.
También las vías férreas están de enhorabuena. Renfe ha planificado 1,8 millones de plazas para toda la Semana Santa y, solo este primer fin de semana moverán a 500.000 viajeros tanto en los servicios Ave-Larga Distancia como Media Distancia, rozando el lleno en los trenes. Los recorridos con mayor ocupación son aquellos que enlazan Madrid con Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia y Cataluña. También tendrán alta demanda en el Corredor Mediterráneo así como servicios que enlazan Cataluña con Andalucía.