Economía

Funcas rebaja al 4,2% el crecimiento de la economía española para este año

  • La Fundación de Cajas de Ahorros baja su previsión del PIB 1,4 puntos menos de lo esperado en enero
  • Esperan una inflación media para el presente ejercicio del 6,8%

Funcas ha revisado a la baja su previsión de crecimiento económico para 2022 en 1,4 puntos, hasta el 4,2 %, por el impacto de las consecuencias de la guerra de Ucrania en un contexto de elevada inflación.

Así, "el crecimiento va a seguir en positivo si el escenario se mantiene pero a un ritmo muy inferior. A final de año estaremos un 2,5% por debajo del PIB antes de la pandemia", ha señalado el director general de Funcas, Carlos Ocaña.

"Tenemos por delante un crecimiento muy débil", aseguró el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, quien apuntó que se espera un crecimiento acumulado del 1,1% en los próximos tres trimestres.

No obstante, "no estamos contemplando estanflación", dijo en referencia a posibles trimestres con retroceso económico, debido al "efecto arrastre" del año pasado en el que influyen el ahorro acumulado durante la pandemia, el repunte del turismo y los fondos europeos.

Asimismo, inciden en que "para la economía española, la clave está en la sensibilidad de los mercados energéticos al entorno exterior actual". Como se anticipó en las anteriores previsiones, la senda de crecimiento de España dependerá en buena medida de la evolución del coste de los hidrocarburos y la electricidad.

El incremento en gasto en pensiones por la indexación al IPC real podría alcanzar los 10.000 millones de euros

En cuanto a la inflación, el think tank espera que el IPC alcance a final del año un valor medio del 6,8%, "muy por encima de lo que habíamos visto en las últimas décadas". Además, desde Funcas señalan que, de cumplirse su previsión de inflación, únicamente el presupuesto en pensiones aumentará en 10.000 millones.

Asimismo, el dato adelantado de marzo del IPC publicado hoy alcanza tasas récord al situarse en el 9,8% en variación interanual, su decimoquinta tasa positiva consecutiva y el mayor nivel desde mayo de 1985.

Un dato preocupante que aumenta el riesgo de llegar al doble dígito en los próximos meses. Sin embargo, Funcas no prevé que la inflación llegue a esta situación y prevé que alcance su "pico" entre "este mes y el que viene" si se reduce el precio de los carburantes.

La subida de precios reducirá la renta disponible de los hogares en 16.700 millones de euros

Lo que sí confirman desde el think tank es que la subida de precios reducirá la renta disponible de los hogares en términos reales. En concreto "un recorte de 2,2 puntos porcentuales respecto a lo que teníamos antes previsto, que es una reducción de 16.700 millones de euros", ha explicado el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres.

El empleo crecerá a menor ritmo que en 2021, en consonancia con la desaceleración de la economía. Hasta finales de 2023, se crearán 473.000 puestos de trabajo, con lo que la tasa de paro se situaría en el 13,8% este año y por debajo del 13% el próximo.

Preguntados por la previsión de la deuda respecto al PIB esta pasaría del 118,5% de la estimación del año pasado, al 112% en 2023. "Esta reducción se debe al rebote de la economia tras la pandemia, pero más allá de 2023 sin medidas de ajuste la reducción seria muy pequeña ya", avisan.

El Plan de Choque puede relajar las presiones inflacionistas a corto plazo llegando a reducir un punto la inflación, según Funcas

En cuanto a la valoración del Plan de Choque aprobado por el Gobierno para hacer frente al impacto económico de la guerra, desde Funcas explican que su escenario planteado no incluye dichos efectos. Pero, "teniendo en cuenta los datos que disponemos, el impacto previsto que puede tener el paquete de medidas es un punto menos de inflación (de 6,8% a 5,8%, en términos medios para 2022, aún un nivel muy elevado), pero también más déficit". Además, el centro de analisis apunta que se trata de "medidas transitorias".

Riesgos

El principal riesgo que se cierne sobre estas previsiones radica en el entorno geopolítico, con el posible empeoramiento del conflicto bélico y una escalada de sanciones que derive en la ruptura total de las relaciones comerciales entre la UE y Rusia, algo que agravaría la crisis energética y generaría nuevas disrupciones en la cadena de suministros. En ese contexto, no sería descartable una recesión en la eurozona.

A la inversa, un rápido desenlace del conflicto a raíz de un acuerdo estabilizaría los mercados energéticos y ayudaría a contener la inflación. Sin embargo, incluso en este escenario favorable, perdurarían dos legados de esta crisis. En primer lugar, una inflación subyacente superior al 3% y que tiende a crecer. En segundo lugar, un déficit público exacerbado por la doble crisis pandémica y energética. El desafío será, por una parte, su coherencia con las reglas fiscales europeas que acabarán por reactivarse y, por otra, su financiación ante el giro de la política monetaria del BCE.

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