
El enorme impacto que la variante ómicron está ejerciendo sobre la fuerza de trabajo en España se traduce en lo que va de enero en una subida de más del 15% de las contrataciones, especialmente en el sector del comercio, para cubrir las miles de bajas laborales ligadas al covid actualmente están activas.
La sexta ola ha supuesto un mazazo inesperado. Según los datos del Gobierno, el número de bajas laborales registradas entre los días 1 y el 23 de diciembre se dispararon un 200%, con 240.000 procesos activos. Sin embargo, el dato se duplica si se atiende a las cifras aportadas por las mutuas: de las bajas por accidentes de trabajo en diciembre, 576.000 fueron por covid. La tendencia apunta a que en enero podrían ser más.
En datos del Ministerio de Sanidad, España ha registrado 134.942 nuevos positivos solo en el último día. A falta de conocer la evolución de la pandemia en la segunda mitad de enero, la tendencia hace prever un cierre de mes de récord en cuanto a bajas laborales por covid; un análisis compartido por Adecco señala que se podrían superar las 630.000 que se apuntó el mismo mes en 2021.
"Desde las dos últimas semanas de diciembre y durante todo este mes de enero estamos viendo cómo el entorno empresarial está notando cada vez más la presión por las bajas que se están produciendo ligadas a esta afección", indica Antonio López, director de Soluciones On Site de Adecco.
El análisis de situación realizado por la consultora de recursos humanos señala que la alta transmisibilidad de la nueva variante de coronavirus se está obligando a elevar las contrataciones especialmente a empresas medianas y grandes y en aquellos sectores que en enero registran un pico de actividad, como el caso de los ligados a la campaña de rebajas.
Grandes superficies, retail, transportes o logística... las incapacidades laborales están haciendo mella en los puestos donde la opción de teletrabajo es inviable. "También la alimentación y la automoción están viviendo con bastante sufrimiento este incremento de las bajas", añade López.
Las ausencias, ya sea por baja o por haber sido contacto de un positivo, tienen un menor impacto en los denominados 'trabajos de oficina' que, con mayor facilidad para adaptarse al desempeño en remoto, se ven menos forzados a contratar para cubrir necesidades.
La buena noticia es que la duración de las bajas ha ido disminuyendo progresivamente desde que comenzara la pandemia. Los procesos de baja iniciados en diciembre duraron de media 9,96 días, mientras que los de noviembre fueron de 12,6 días. Si nos remontamos a enero de 2021, la baja duraba 18,8 días de media frente a los 39,9 días que se prolongaba en marzo de 2020, cuando estalló la crisis sanitaria.