El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha confirmado este miércoles la multa por valor de 2420 millones de euros a Google que la Comisión Europea impuso al gigante tecnológico por abuso de posición dominante, lo que supone una victoria importante para el equipo de competencia europeo liderado por la vicepresidenta ejecutiva Margrethe Vestager.
Mediante su sentencia, la justicia europea desestima buena parte de las alegaciones de Google contra la Comisión, que en junio de 2017 decidió multar a la empresa por abuso de posición dominante en 13 países del Espacio Económico Europeo. Bruselas alegaba que el servicio de búsqueda y comparación de precios de Google favorecía sus propios productos frente a la competencia, mostrándolos de manera más llamativa. El ejecutivo comunitario impuso la multa, que entonces suponía un récord, a la propia Google y a su empresa matriz, Alphabet.
"Google se apartó de la competencia por méritos", apunta el Tribunal de Justicia europeo
El TJUE, con sede en Luxemburgo, considera que aunque mantener una posición dominante en el mercado en sí mismo no supone necesariamente un problema, "al favorecer su propio servicio de comparación de compras en sus páginas de resultados generales mediante una visualización y un posicionamiento más favorables, mientras que relega los resultados de los servicios de comparación competidores en dichas páginas mediante algoritmos de clasificación, Google se apartó de la competencia por méritos".
En particular, Luxemburgo pone en valor, el hecho de que teniendo en cuenta la universalidad del buscador, que se prioricen los productos de Google supone una anomalía. Pero además, apunta a la importancia del tráfico generado por el propio buscador, la influencia sobre los consumidores que tienen a centrarse en los primeros resultados y la magnitud del tráfico desviado de los servicios de compra, "una práctica controvertida podía conducir a un debilitamiento de la competencia en el mercado". El Tribunal de Justicia da la razón a la Comisión en que esta discriminación en los resultados tiene un impacto en la competencia, más allá del buscador, al entender que resulta en un menor tráfico hacia las alternativas a Google.
¿Qué dice el fallo?
Luxemburgo solo hace dos concesiones a los argumentos del gigante tecnológico. Por un lado, matiza que en la práctica, el buscador no previene el acceso a alternativas sino que da un trato preferencial a sus productos. Por otro, no considera demostrado que el comportamiento de Google "haya tenido efectos anticompetitivos -incluso potenciales- en el mercado de los servicios de búsqueda general," lo cual habría supuesto un golpe todavía más importante por sus implicaciones en otros casos.
A pesar de las alegaciones de Google, el Tribunal considera que no ha solventado los problemas identificados por la Comisión y por lo tanto, confirma la multa por valor de 2420 millones de euros. La confirmación de la multa tiene repercusiones importantes, ya que supone no solo que Google deba pagar el castigo, sino que se arriesga a más acciones legales si no cambia su modo de funcionamiento y su modelo de negocio para adaptarse a las normas europeas. Además, abre la puerta a que las empresas que se hayan visto afectadas puedan reclamar compensaciones.
Victoria para Vestager
La decisión del Tribunal de Justicia supone una importante, y necesaria, para el equipo de Margrethe Vestager, y podría allanar el camino para futuras acciones contra las big tech por sus abusos en el mercado. Especialmente, tras el varapalo del pasado año, cuando Luxemburgo tiró por tierra uno de los casos más importantes de la propia Vestager, al anular la decisión de la Comisión de reclamar a Apple la devolución de 13.000 millones de euros a Irlanda por supuestamente haberse beneficiado de ayudas de estado ilegales en el país. Una decisión que Bruselas recurrió entonces.
Bruselas lleva más de una década escudriñando la actividad de Google y otros gigantes tecnológicos como Apple, Facebook o Amazon y la sentencia supone de alguna forma un apoyo al enfoque anti-monopolio de la Comisión. De hecho, esta no es la única multa pendiente por resolver, y el ejecutivo comunitario tiene un buen número de casos abiertos que podrían beneficiarse de esta sentencia.
La victoria legal llega además al tiempo que avanzan las negociaciones para la la puesta en marcha de la Ley de Mercados Digitales que la Comisión presentó el pasado año y aborda, entre otras cosas, cuestiones de competencia, excluyendo además el argumento usado por Google de la 'defensa de eficiencia'. Si la justicia no es la respuesta contra los abusos de las big tech, lo serán las normas.