
La crisis del covid paralizó el tejido productivo de medio mundo. Los confinamientos y la crisis económica generaron unas expectativas muy negativas para el consumo que llevó a las empresas a paralizar sus inversiones. Sin embargo, la demanda (con la inestimable ayuda de gobiernos y bancos centrales) se ha recuperado casi de la noche a la mañana cogiendo a contrapié a fabricantes, transportistas y cadenas de suministro. El resultado es una economía llena de cuellos de botella, retrasos y en última instancia escasez de algunos bienes.
Esta situación ha generado cierta alerta en el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ha reducido las previsiones de crecimiento a nivel mundial como consecuencia de estos hechos que están poniendo piedras en el camino de la recuperación global. Desde Deutsche Bank creen que los problemas en la cadena de suministro seguirán siendo inflacionarios hasta la primera parte de 2022 como mínimo.
Desde JP Morgan explican en su resumen semanal que "el aumento en la demanda mundial de bienes impulsada por la recuperación pospandémica junto con las interrupciones de la cadena de suministro relacionadas con el covid-19 ya están elevando los precios de importación en la mayoría de las economías, incluidas EEUU, la zona del euro, Japón y el norte de Asia, y China no es una excepción".
"El fuerte incremento de los precios del productor en lo que va de año refleja en parte el traspaso de los aumentos significativos en los precios mundiales de las materias primas. Pero el último repunte ha superado los precios mundiales de las materias primas, lo que deja entrever el impacto de los choques de la oferta interna, las interrupciones y el impulso de las políticas para la descarbonización", aseguran desde JP Morgan.
Un buen ejemplo de lo que está ocurriendo se puede ver en el último gráfico publicado por el propio FMI en una nota en la que analiza el atasco global que viven las cadenas de suministro y las infraestructuras logísticas a nivel global. A través de un índice muestran como se han 'estirado' los periodos de espera que necesitan los proveedores para entregar sus mercancías. Esto a su vez está llevando a que los consumidores encuentren algunos productos agotados (videoconsolas), soporten unos precios cada vez mayores o tengan que esperar meses para recibir sus coches de primera mano.

"Las interrupciones de la cadena de suministro se han convertido en un desafío importante para la economía mundial desde el inicio de la pandemia. Los cierres de fábricas en China a principios de 2020, los cierres en varios países del mundo, la escasez de mano de obra, la fuerte demanda de bienes comerciables, las interrupciones en las redes logísticas y las limitaciones de capacidad han dado lugar a grandes aumentos en los costes de flete y tiempos de entrega", señala la nota.
Desde el FMI explican que en "el gráfico se muestra que los tiempos de entrega de los proveedores en Estados Unidos y la Unión Europea han alcanzado niveles récord desde finales de 2020. El índice de tiempos de entrega de los proveedores de IHS Markit se construye a partir de las encuestas comerciales del Índice de gerentes de compras y refleja el alcance de los en la cadena de suministro", destaca la nota del Fondo Monetario Internacional.
Las lecturas por encima de 50 indican tiempos de entrega más rápidos, las lecturas a 50 no indican ningún cambio y las lecturas por debajo de 50 indican tiempos de entrega más lentos en comparación con los del mes anterior.
Infraestructuras atascadas
El equipo de análisis de datos de la empresa, RBC Elements, ha realizado un estudio en septiembre que reveló que el 77% de los principales puertos que estudia y analiza estaban experimentando tiempos de respuesta "anormalmente largos", y que este atasco en la cadena de suministro global muestra una tendencia "inequívocamente a peor".
¿Qué está pasando en los puertos? ¿Por qué ahora registran estos atascos? "Nos enfrentamos a un aumento de la llegada de barcos sin precedentes en los puertos de Long Beach y Los Ángeles debido a los grandes cambios en las cadenas de producción provocados por la pandemia mundial y a los desafíos de la cadena de suministro", aseguraba el alcalde de Long Beach, California, hace unos días a la BBC.
Los cambios en los patrones de consumo y en la producción han disparado la llegada de barcos cargados con contenedores a los puertos de EEUU y Occidente en general. En el caso de EEUU, las llegadas se han incrementado en un 25% respecto a los niveles previos a la pandemia, un aumento que se produce en medio de las escasez para encontrar trabajadores en ciertos sectores como el del transporte: el resultado es unos puertos atascados, llenos de contenedores con producto que no llegan a su destino final porque no hay suficientes medios para retirar la mercancía de los puertos, cargarla en camiones o trenes y ponerlas a disposición del consumidor final.
¿Cuándo se normalizará la situación?
Se espera que una vez que la cantidad de casos nuevos de covid-19 comience a disminuir, las limitaciones de capacidad y la escasez de mano de obra deberían aliviarse, reduciendo la presión sobre en las cadenas de suministro y los tiempos de entrega. Sin embargo, algunos expertos creen que es poco probable que se produzca un alivio rápido de las interrupciones de la cadena de suministro.
Además, "la demanda elevada durante la temporada navideña en algunas de las economías más grandes del mundo, otra ola de nuevos casos de covid-19 y los eventos climáticos extremos, si se materializan, podrían causar interrupciones en la cadena de suministro", reconocen desde el FMI. De modo que las cadenas de suministro podrían seguir teniendo problemas durante varios meses.