Economía

Antonio Ocampo (ICRICT): "El impuesto mínimo global a las multinacionales debería ser del 25%"

  • "La tributación de superricos y grandes fortunas es un desastre internacional"
  • Plusvalías: "Cuentan con unos beneficios tributarios enormes en todos los países"
  • OCDE: "El impuesto mínimo debería aplicarse a un grupo más amplio de empresas"
Antonio Ocampo, exministro de Finanzas de Colombia y presidente de ICRICT. eE
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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) acordó la semana pasada imponer un tipo impositivo mínimo global a las multinacionales del 15%. Esto supone un gran cambio para algunos países, como Irlanda, que han atraído a las empresas internacionales -en gran medida- a través de un impuesto de sociedades mucho más bajo. El  histórico acuerdo está respaldado por 136 países que representan más del 90% del PIB mundial y reasignará más de  125.000 millones de dólares.

Coincidiendo con este desarrollo así como la publicación de los Papeles de Pandora, una muestra más del rol que juegan los paraísos fiscales tanto para individuos como para multinacionales, elEconomista conversó con José Antonio Ocampo, ex-ministro de Finanzas de Colombia y presidente de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Internacional de las Empresas (ICRICT). 

La ICRICT considera que una reforma integral consistiría en gravar todos los beneficios mundiales de las multinacionales en función de sus actividades reales en cada país, es decir, asignando los beneficios empresariales globales de las multinacionales a los distintos países según una fórmula, en función de los factores clave que generan beneficios: empleo, ventas y activos. También aboga por un impuesto mínimo efectivo global sobre las multinacionales mucho más ambicioso que el 15% acordado bajo el marco de la OCDE.

Los Papeles de Pandora vuelven a poner de manifiesto el papel de los paraísos fiscales. ¿Cómo afectan este tipo de actividades a la recuperación mundial?

Los países fiscales son una de las grandes fuentes de distorsión y de reducción en la capacidad de los estados de recaudar impuestos. Generan un efecto regresivo. Si los más ricos no pagan los impuestos que les corresponden, la tributación es menos progresiva. El efecto redistributivo que se obtiene a través de la función pública, que es muy importante en Europa, básicamente apoya una estructura tributaria y de gasto público para apoyar, a través del estado de bienestar, a los tramos de menores ingresos. Los paraísos fiscales reducen significativamente ese impacto. Los Papeles de Pandora y otras investigaciones demuestran que la tributación de las grandes fortunas un verdadero desastre internacional.

Evasión fiscal: "La tributación de superricos y grandes fortunas es un desastre internacional"

Entonces, ¿qué solución a corto o medio plazo podría ser un primer paso en la buena dirección?

Prohibirlos (ríe), esa sería mi preferencia. La propuesta dentro del Pilar 2 del nuevo marco para la reforma fiscal internacional, bajo la OCDE contribuye a limitar la evasión fiscal de las multinacionales. De todas formas es insuficiente porque un elemento que ni siquiera se ha discutido es cómo se limita la evasión tributaria de las personas naturales de altísimos ingresos. Aquí hay que considerar dos dimensiones. La de los paraísos fiscales, donde localizan muchas de sus fortunas. Pero también que algunos de los enormes ingresos que se obtienen particularmente a través de ganancias de capital y plusvalías cuentan con unos beneficios tributarios enormes virtualmente en todos los países, incluido los Estados Unidos. Mi preferencia es que realmente haya una tasa mínima de tributación mundial que se aplique a empresas y a personas naturales.

Plusvalías: "Cuentan con unos beneficios tributarios enormes en todos los países, incluido EEUU"

Menciona la reforma fiscal bajo el amparo de la OCDE. ¿Cree que es suficiente imponer un impuesto mínimo global del 15% como se constató la semana pasada?

La propuesta del llamado Pilar 2 se podría mejorar en varios sentidos. El primero es que la tasa del 15% a juicio de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Internacional de las Empresas (ICRICT) es baja. Habíamos propuesto un 25% que es la tasa media de tributación de los países de los OCDE. Otro aspecto es que se aplica solo a empresas relativamente grandes, con ventas de más de EUR€750 millones. Ese umbral debería ser reducido para que se aplique a un marco más amplio. Hay excepciones para servicios financieros y para empresas de industrias activas. Tal vez el problema principal es que el beneficio recae mucho sobre el país donde la multinacional tiene la sede. Es decir, para los países en desarrollo puede ser nulo, de hecho. Por ese motivo, el Grupo de los 24 han propuesto mejoras.

¿Qué tipo de mejoras?

Han propuesto que haya una posibilidad de una tasa mínima de tributación en el país donde producen las multinacionales entre el 7,5% y el 9% como un mecanismo para captar más tributación y aplicárselo a un conjunto amplio de transacciones de dichas multinacionales. Hoy en día se puede aplicar, por ejemplo, a los pagos de intereses, pero no se puede aplicar a los servicios, que es un tema muy importante porque mucho de lo que hacen las multinacionales en países en desarrollo básicamente se vende como servicios. Ninguna de estas propuestas parecen muy viables en las condiciones actuales.

¿Cree que también se debería imponer un impuesto progresivo sobre los servicios digitales?

Una de las condiciones del Pilar 1 es que se eliminen los impuestos a las transacciones digitales porque surge de la polémica entre Estados Unidos y Europa y la presión europea para crear impuestos a servicios digitales. Entiendo que el acuerdo, desde el punto de vista de Washington, obliga a los países a eliminar cualquier impuesto a los servicios digitales.

OCDE: "El impuesto mínimo debería aplicarse a un grupo más amplio de empresas"

Hablando de Estados Unidos, ¿considera apropiado el marco tributario en vigor de las multinacionales estadounidenses?

Estados Unidos cuenta con un mecanismo particular que se mejoró en la última reforma tributaria y que la Administración Biden quiere seguir avanzando, que es el impuesto sobre los beneficios globales intangibles con baja tributación (GILTI, por sus siglas en inglés). Este gravamen es similar a la tasa mínima de tributación internacional porque busca que si las empresas no han pagado suficientes impuestos en otros lugares donde están localizadas, tienen que pagarlos en EEUU. La Administración Biden habló inicialmente tributo del 21% y en el Congreso se ha reducido al 17%. Obviamente las empresas norteamericanas pueden cambiar su tributación trasladando su sede fiscal, que es una alternativa que en realidad pocas ha utilizado pero que existe.

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