Los Presupuestos de la Generalitat de Cataluña para 2022 tienen una alta probabilidad de quedar en un proyecto fallido a tenor de las reticencias de la CUP, mientras el Govern insiste en que los anticapitalistas son su socio prioritario para aprobar las Cuentas, que contarían con 3.500 millones de euros adicionales respecto a los Presupuestos de 2020, actualmente prorrogados, según avanzó esta semana el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
El primer debate de política general del president republicano, que se celebró desde el martes hasta ayer [el jueves] en el Parlament, acabó con el independentismo dividido y con repetidas alusiones de la CUP a que su apoyo a los Presupuestos catalanes está muy lejano porque consideran que no se están cumpliendo los pactos del acuerdo por el que facilitaron la investidura de Aragonès.
Los portavoces cupaires urgieron a crear un banco y una energética públicos, así como a renunciar a la ampliación del Aeropuerto de Barcelona, los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, la Fórmula 1 y el complejo de ocio y juego de Hard Rock en Tarragona. También incidieron en la necesidad de una reforma fiscal "para que los ricos paguen más y los pobres menos".
A vueltas con el referéndum
Pero el punto que más aleja a la CUP del Govern es la propuesta de un nuevo referéndum de independencia esta misma legislatura. Los anticapitalistas defienden el enfrentamiento al Estado y rechazan la mesa de diálogo por considerarla inútil para las aspiraciones secesionistas. Por contra, el líder de ERC, Oriol Junqueras, reivindicó que fijar una fecha para un referéndum en estos momentos "aleja" la independencia porque la comunidad internacional no lo avalaría. Pero pese a esta discrepancia con la CUP, descartó negociar las Cuentas con el PSC, que se ha ofrecido insistentemente para ello. De hecho, Salvador Illa volvió a tender la mano desde el atril del pleno parlamentario.
La propuesta de la CUP de celebrar un referéndum esta legislatura fue rechazada por el pleno, pero los socios de Govern votaron distinto, ya que ERC se abstuvo y Junts votó en contra. Hay que tener en cuenta que Junts designó a Jaume Giró al frente de la Consejería de Economía, por lo que es el encargado de elaborar la propuesta de Presupuestos y también defiende una alianza con la CUP, mientras que dicha formación recela de su trayectoria anterior en empresas del Ibex.
ERC y Junts también mostraron una vez más su división respecto a la mesa de diálogo con el Gobierno. Y es que Junts votó en contra de una propuesta de resolución de En Comú Podem sobre el impulso de la mesa de diálogo y negociación con miembros de la delegación catalana que formen parte del Govern, y ERC votó a favor, demostrando que las discrepancias sobre este punto siguen vigentes.
La sintonía entre los republicanos y la formación lila en este asunto podría convertirse más adelante en la vía para salvar las Cuentas catalanas de 2022, como ya pasó con las de 2020, aunque aquel acuerdo costó a los catalanes una subida fiscal.
Por su parte, Junts votó junto al PSC una proposición en favor de la ampliación de El Prat, ante lo que ERC reprochó que fuese a cambio de renunciar a pedir la gestión del aeropuerto barcelonés por parte de la Generalitat y de excluir del texto la protección del área natural de La Ricarda.