
¿Acaso no sería algo deseable poder adivinar cuándo y dónde va a estallar la próxima crisis financiera? Con el propósito de acercarse a ese objetivo los economistas del banco japonés Nomura han diseñado un índice de alerta temprana con el nombre un tanto desafortunado de Cassandra (Casandra llevado al castellano), dado que la sacerdotisa troyana de la mitología griega estaba maldita y nunca la creían a pesar de sus acertados pronósticos.
La confección del índice parte de la base de que en la ciencia económica las crisis se ven mejor a través de la perspectiva de los ciclos financieros que de los ciclos comerciales. Con esta premisa en mente, el equipo de investigación económica de Nomura construyó un modelo en torno a cinco señales de alarma diferentes: la relación entre el crédito privado y el PIB, el ratio de servicio de la deuda, los precios reales de las acciones, los precios reales de los inmuebles y el tipo de cambio efectivo real.
Desde Nomura defienden que Cassandra ha señalizado correctamente dos tercios de las últimas 53 crisis en 40 países desde principios de la década de 1990. Actualmente el índice alerta de que hay seis naciones particularmente vulnerables a las crisis financieras en los próximos 12 trimestres. La que mayor riesgo presenta es EEUU, seguida de Japón, Alemania, Taiwán, Suecia y Países Bajos.
Para tener un visión de conjunto que incluya rasgos más actuales, Robert Subbaraman, analista de Nomura en Singapur, explica que han añadido al índice el riesgo de un shock en los tipos de interés dado el entorno de dinero fácil tras la pandemia.
"Este entorno es propicio para los auges de los precios de los activos alimentados por la deuda. En algún momento, sin embargo, los desequilibrios se revertirán, normalmente de forma abrupta, lo que puede provocar una crisis crediticia o, peor aún, una crisis financiera", señalan desde el banco.
Sometiendo a los niveles del índice a una prueba de estrés para un shock en los tipos de interés, los países en peligro siguen siendo los mismos a excepción de Suecia, que cae del umbral. No obstante, al añadir esta variable, estados como Francia, Hungría, Rumanía, Nueva Zelanda y Portugal también empiezan a acercarse a zona de peligro.
Siguiendo el sentir de los tiempos, Nomura también ha introducido en su índice la amenaza que supone el cambio climático para la estabilidad financiera. Los países nórdicos parecen estar bien situados, pero varias economías emergentes como por ejemplo India son bastante vulnerables.
Como apunte curioso, España aparece en uno de los últimos puestos del índice con una tasa de riesgo de 25, muy lejos de los 100 que representa el umbral de vulnerabilidad. Más llamativo todavía es que, según el indicador de Nomura, esa tasa de 25 de España obedece en exclusiva a los riesgos climáticos.