Nueva York
La Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha desmantelando otra pieza del legado de su predecesor, el republicano Donald Trump. El Departamento de Trabajo anunció este miércoles que derogará la regla del "contratista independiente" que habría dificultado, por ejemplo, que los conductores de Uber o Lyft pudieran demandar a estas compañías.
La normativa, que tenía previsto entrar en vigor este viernes, ofrecía a las empresas de la conocida como economía compartida (Gig Economy, en inglés) un mayor margen de maniobra para clasificar a sus trabajadores como contratistas y evitar así tener que asumir costes laborales básicos.
Su cancelación implica que estos trabajadores tendrán más facilidades para presentar reclamaciones alegando que son empleados con pleno derecho a un salario mínimo y a cobrar horas extraordinarias así como a recibir un pago retroactivo si se determina que fueron clasificados erróneamente por las empresas para las que trabajan.
El secretario de Trabajo, Marty Walsh, señaló en un comunicado que al retirarse esta regulación aupada por ex presidente Trump "se ayudará a preservar los derechos esenciales de los trabajadores y a detener la erosión de las protecciones que se habrían producido si la norma hubiera entrado en vigor". Biden ya señaló en marzo que tenía la intención de frenar esta normativa.
