Economía

El Eurogrupo insufla vigor al plan para completar la unión bancaria

  • La oposición alemana es el mayor reto político del EDIS
Unión bancaria europea. Getty.
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La unión bancaria ha sido descrita como uno de los mayores avances desde la llegada del euro. Pero también es una de las batallas políticas más enrevesadas y complicadas entre los socios de la moneda común. El principal obstáculo es, sobre todo, la oposición alemana al Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés), el gran pilar pendiente, por la oposición de Berlín a mutualizar los riesgos de los depósitos de los bancos de la periferia.

Los europeos están decididos a desatascar la discusión este semestre, dada la importancia de la unión bancaria para blindar la estabilidad financiera en el mundo post-covid. Este viernes, los ministros de Finanzas de la eurozona (el Eurogrupo) se comprometieron a avanzar en los cuatro grandes puntos pendientes, entre ellos EDIS.

El presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas irlandés, Paschal Donohoe, se mostró confiado con que el Eurogrupo acordará para junio un plan de trabajo con compromisos concretos y un calendario para desenredar progresivamente y de manera paralela los grandes nudos que bloquean el acuerdo. El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, señaló tras el Eurogrupo que los socios del euro "se comprometieron colectivamente" a conseguir resultados antes de que termine este mandato en 2024.

Donohoe dijo que todos los ministros quieren culminar la unión bancaria, pero al mismo tiempo coinciden "con fuerza" en que el progreso sea equilibrado. Eso quiere decir que el avance en EDIS debe ser correspondido con el progreso en los otros tres puntos: la gestión de crisis, la integración bancaria transfronteriza y la consideración del riesgo soberano en el sistema bancario.

Este último punto es especialmente importante para Berlín, porque representa su batalla constante por reducir riesgos antes de mutualizarlos. Primero fue con los préstamos morosos, y ahora con la deuda soberana. Este asunto ya figuró en la tribuna que publicó el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, en el Financial Times en noviembre de 2019. Entonces ofreció una especie de gran acuerdo para desbloquear su oposición a EDIS.

Alemania busca la manera de reducir la acumulación excesiva de deuda soberana en algunos bancos de la periferia. Para ello, se discute si se penalizaría a partir de algún límite, aunque países como Italia o España se oponen a las opciones que cuestionen el tratamiento libre de riesgo de la deuda soberana desde el punto de vista prudencial.

Tras la publicación de este plan de trabajo, que pidieron los líderes europeos el pasado diciembre al Eurogrupo, todavía quedarán años de batalla política, además de la incertidumbre sobre cuál será la posición alemana tras sus elecciones generales en septiembre.

Las discusiones técnicas actuales del EDIS apuntan hacia la creación primero de un modelo híbrido, en el que un colchón central ofrecería respaldo a las garantías nacionales cuando se agoten al proteger a sus depositantes. Sería una fase intermedia hacia un EDIS completo, opción a la que no renuncian la Comisión o países como España.

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