El imparable ascenso de China como potencia económica sigue rompiendo barreras e incluso derrumba algunos de los mitos que rodean al gigante asiático. El país que se ha ganado el título de la fábrica del mundo ya no solo inunda Europa con sus productos. Tras un vertiginoso crecimiento, China se ha convertido en el país que más solicitudes de marcas registra en la Unión Europea, desbancando a Alemania y Estados Unidos.
Así lo certifican los datos de la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea o EUIPO -por sus siglas en inglés-. El año pasado las empresas chinas realizaron 28.755 solicitudes a la euroagencia, que tiene su sede en Alicante y registra las marcas comerciales, modelos y diseños para toda la Unión Europea.
Con un incremento del 88% en apenas un año se ha convertido en el primer país por número de solicitudes de marcas comunitarias, con el 16,3% del total frente al 9,5% de un año antes. Es la primera vez en los 25 años del sistema europeo que lidera esta clasificación. Toda una muestra del interés de las firmas asiáticas por extender y reforzar sus productos en los mercados europeos.
La avalancha de marcas del país asiático que se acogen al sistema de protección europeo es un fenómeno que se ha acelerado de forma drástica en el último lustro. Según los registros de EUIPO, hasta 2015 China ni siquiera figuraba entre los diez primeros países por la demanda de marcas comunitarias.
El auge de sus plataformas de e-commerce ha impulsado este 'boom'
Desde la euroagencia apuntan a varios motivos para este 'boom'. Por un lado, la fuerte penetración que las plataformas chinas de comercio eléctrónico tienen en Europa desde 2018. Unos gigantes que incluso promueven el registro de las marcas de los productos que venden. De hecho, desde EUIPO explican que las enseñas chinas se centran en el sector tecnológico y que el 55% proceden de la provincia de Guangdong, donde se ubica una de las urbes tecnológicas del país, Shenzhen.
Por otro, consideran que la mayor sensibilización a las marcas nacionales tanto de las empresas como de los consumidores chinos ha impulsado esta estrategia. "Nuestros análisis indican que la posición de China como uno de los mayores solicitantes de marcas en la EUIPO ha llegado para quedarse", apuntan desde el organismo europeo con sede en Alicante.
De copiar a proteger
La apuesta de las compañías chinas por registrar sus marcas en Europa supone todo un vuelco en el que ha sido tradicionalmente una de las mayores amenazas para la propiedad intelectual e industrial. Los propios informes elaborados por la agencia europea señalan a China como el mayor foco mundial de productos falsificados.
Uno de los últimos estudios de EUIPO elaborado junto a la OCDE reflejaba que China es el principal punto de partida de las falsificaciones que se transportan en contenedor por vía marítima. El 79 % del valor total de los productos falsificados decomisados en todo el mundo tiene su origen en ese país.

Combatir las copias ilegales es una de las misiones en las que se centra EUIPO, que estima que el comercio mundial de productos falsificados supuso 460.000 millones de euros en 2016, en torno al 3,3 % de todo el comercio mundial. En el caso de la Unión Europea, considera que los productos falsificados supusieron el 6,8% de las importaciones de mercancías procedentes de terceros países, con un valor de 121.000 millones.
El aluvión de enseñas chinas fue uno de los motores del crecimiento de las tramitaciones de marcas para todo el ámbito europeo, que se incrementó un 10,2% el año pasado a pesar de la pandemia. Las tramitaciones del gigante asiático supusieron el triple que las españolas, con algo más de 10.300. En total se solicitó el registro de casi 177.000 marcas, con un incremento destacado de enseñas vinculadas a productos médicos, de higiene, entretenimiento y hogar.
La cuarta en patentes
Entre las competencias de la euroagencia con sede en Alicante no se encuentra el registro de las patentes industriales, un cometido que recae en la Oficina Europea de Patentes (EPO), con sede en Múnich (Alemania). En este apartado, el gigante asiático aún sigue lejos del liderazgo y ocupa la cuarta plaza, por detrás de Estados Unidos, Alemania y Japón. Según los datos oficiales de 2020, China representó el 7% de las patentes registradas en la Unión Europea, lejos aún del 25% que procedió de Estados Unidos y el 14% de Alemania.
Sin embargo, en el año de la pandemia tanto China como otra potencia asiática, Corea del Sur, han sido los países que más incrementaron los registros de patentes en la oficina europea, con crecimiento del 9,9% y del 9,2%, respectivamente. Un alza que contrasta con la caída generalizada del 0,7%.
En los dos últimos años el podio de las empresas que más patentes han solicitado en el continente proceden de ambos países. En 2020 la coreana Samsung superó ligeramente a la china Huawei, que a su vez había sido la primera un año antes por delante. En el tercer puesto los dos últimos años repite también otra tecnológica coreana LG.