El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este jueves que dará instrucciones a los estados, tribus y territorios del país para que todos los adultos sean elegibles a la vacuna contra el Covid-19 a más tardar el 1 de mayo.
Según explicó, el equipo de respuesta a la pandemia de la Casa Blanca ha llegado a la conclusión de que los esfuerzos realizados hasta la fecha permitirán que las vacunaciones prioritarias estén lo suficientemente avanzadas a finales de abril como para que todas las restricciones de elegibilidad se levanten en menos de dos meses.
"Necesito que os vacunéis cuando os toque y podáis encontrar una oportunidad", dijo, al mismo tiempo que "la única manera de recuperar nuestras vidas, de volver a poner en marcha nuestra economía, es vencer al virus".
De momento, casi 33 millones de personas, o el 9,9% de la población estadounidense, está ya completamente inmunizada con alguna de las vacunas de Pfizer, Moderna o Johnson & Johnson, según los últimos datos oficiales. El 18,8% de la población estadounidense, es decir, 62,4 millones de adultos, han recibido al menos una dosis. No obstante, cabe recordar, que al menos 29,2 millones de personas han sido infectadas hasta la fecha por el Covid-19, que también se ha cobrado la vida de 530.624 personas en EEUU.
Biden esbozó así su plan para "acercarse a la normalidad" este verano durante un discurso televisado en horario de máxima audiencia, el primero como presidente. "Si hacemos esto juntos, para el 4 de julio, es muy probable que ustedes, sus familias y amigos puedan reunirse en su patio o en su barrio y hacer una comida al aire libre o una barbacoa y celebrar el Día de la Independencia", adelantó.
El demócrata hizo coincidir su intervención con el día en que se marcó un año desde que la Organización Mundial de la Salud calificó la situación desatada por el Covid-19 como una pandemia. De hecho reconoció que "todos hemos perdido algo. Un sufrimiento colectivo, un sacrificio colectivo. Un año lleno de pérdida de vidas, y una pérdida de vida, para todos nosotros", reconoció.
El mandatario reveló que su Administración trabajará para duplicar el número de farmacias que participan en el programa federal de vacunación; más que duplicar el número de centros de vacunación masiva gestionados por el gobierno federal; entregar vacunas a otros 700 centros de salud comunitarios; desplegar 4.000 tropas más en servicio activo para ayudar en los esfuerzos de vacunación; y ampliar los tipos de profesionales que pueden administrar las vacunas para incluir a dentistas, veterinarios, estudiantes de medicina y otros empleados sanitarios.
Biden aprovechó su discurso para exaltar los beneficios de su Ley de Recuperación Americana, el nuevo paquete de estimulo que rubricó horas antes desde el Despacho Oval, y que proporcionará pagos directos a muchos estadounidenses, ampliará la ayuda a los desempleados y desembolsará fondos para la distribución de vacunas, lo que supone su primera gran victoria legislativa como presidente. "Encontrar la luz en la oscuridad es algo muy americano. De hecho, puede ser lo más americano que hagamos", recalcó el inquilino de la Casa Blanca.
El evento del jueves sirvió como pistoletazo de salida al esfuerzo del gobierno de Biden para promocionar este plan entre la población. El presidente de EEUU tiene previsto viajar a Pensilvania y Georgia la próxima semana para hablar del paquete de medidas mientras la vicepresidenta Kamala Harris viajará a Nevada y Colorado antes de sumarse a Biden en Georgia.
La legislación incluye pagos directos de hasta 1.400 dólares para la mayoría de los estadounidenses, un aumento de las prestaciones semanales por desempleo hasta septiembre y una ampliación del crédito fiscal por hijo durante un año.
Según un análisis del Centro de Política Fiscal, se calcula que el 20% más pobre de los estadounidenses logrará un incremento aproximado del 20% en sus ingresos mientras el 85% de los hogares a este lado del Atlántico recibirá 1.400 dólares en cheques de estímulo; los desempleados recibirán 300 dólares más por semana hasta el otoño; y las familias con hijos menores de 17 años recibirán 3.000 dólares por niño.