
El 41% de los hogares españoles que residen en una vivienda de alquiler, unos tres millones de familias, destina al pago del piso más del 30% de su renta, lo que se considera en términos económicos como un "sobreesfuerzo". Un porcentaje que varía mucho según las comunidades autónomas y también según los tramos de edad.
La mayor tasa de "sobreesfuerzo" se registra en el País Vasco donde el 65% de las familias que residen en una vivienda de alquiler deben desembolsar más del 30% de sus ingresos, según se recoge en un informe elaborado a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2019 por el Gabinete Económico de CCOO gracias a la explotación de datos específicos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Desglose por CCAA
La segunda comunidad autónoma donde aparece un mayor "sobreesfuerzo" es Canarias, el 60% de los inquilinos afectados, y en tercera posición la Comunidad de Madrid, con el 56% de los hogares que viven en alquiler.
Porcentajes que distan mucho de los registrados en Extremadura, donde sólo el 16% de los hogares en alquiler destina más del 30% de sus ingresos a pagar la renta. Le siguen Castilla y León, con un 17%, y Cantabria con un 20%.
En términos absolutos, sobre los 2,98 millones de hogares con alquileres excesivos -sobre los 7,34 millones que viven en alquiler- Madrid acumula uno de cada cuatro hogares con "sobreesfuerzo", seguido de Cataluña, que supone el 22% de los hogares españoles cuyos gastos de alquiler superan el 30% de sus ingresos y, a mucha distancia, Andalucía con el 13%, a pesar de ser la comunidad con mayor población. Sin embargo, donde más hogares hay viviendo en alquiler es Cataluña, con 1,69 millones, detrás se coloca la Comunidad de Madrid, 1,35 millones, y en tercera posición Andalucía que se queda a cincuenta mil personas para llegar al millón de hogares (0,95 millones).
El análisis de la ECV por parte de CCOO pone cifras a algo conocido como que en España viven del alquiler los hogares con menores rentas, lo que explica este alto "sobreesfuerzo" que supone el pago del alquiler para muchos hogares. Así, el 62% de los inquilinos en España ingresan 26.000 euros o menos al año, e, incluso, el 26% no llegan a los 14.000 euros y otro 25% ingresa entre 26.000 y 40.000 euros al año.
Pero descendiendo más, el 19% de los hogares que residen en casas de alquiler, 1,39 millones de familias, destina a pagar el piso más de la mitad de sus ingresos. Ratios que se incrementan a menor renta. En el caso de los hogares en alquiler que no superan los 14.000 euros al año, el 61% dedica más de la mitad de sus ingresos a la casa y sólo el 16% menos del 30% de su renta. En la franja de 14.000 a 26.000 euros, el 40% de los hogares destina más del 30% de sus ingresos al alquiler; en el tramo de 26.000 a 40.000 euros el porcentaje de "sobreesfuerzo" se reduce al 13% de los hogares en alquiler y por encima de los 40.000 euros se limita al 4%.
El informe de la OCDE de coste de la vivienda sobre hogares relativo a 2019, coloca a España en la séptima posición entre los países miembros con mayor "sobreesfuerzo", contabilizando a partir del 40% de los ingresos y no sobre el 30%. El primer lugar lo ocupa Nueva Zelanda, seguido de Israel, Chile, Estados Unidos, Reino Unido, Finlandia y luego España.
El acceso a la vivienda, junto con una situación laboral de desempleo y bajos salarios, explican que en España el 65% de las personas entre 18 y 64 años vivan en el hogar paterno, muy superior a países del entorno. En los nórdicos, es el 20%.
Origen en la 'Ley Brooke' de EEUU
La regla de considerar que los gastos que una familia puede dedicar a la vivienda no deberían superar el 30% de sus ingresos tiene su origen en EEUU. Tradicionalmente se aceptaba que el gasto máximo mensual debería limitarse al salario de una semana, es decir, como máximo el 25%. La Enmienda Brooke limitó en 1969 la renta de las viviendas públicas al 25% de los ingresos y en 1981 se elevó al 30%, naciendo así la regla del 30% que actualmente es una convención generalmente aceptada en los países desarrollados.