
El ISM manufacturero creció en diciembre por encima de lo previsto situándose en máximos de agosto de 2018. En concreto, ascendió hasta los 60,7 puntos desde los 57,5 puntos de noviembre.
El índice manufacturero ha superado las expectativas del consenso del mercado, que esperaba una caída en diciembre con motivo del repunte de contagios del virus. Parte del repunte sorpresa se debió a un aumento en la medición de la encuesta de entregas de proveedores que se situó en 67,6 el mes pasado desde 61,7 en noviembre.
En condiciones normales, una cifra tan elevada de 67 (sobre 50) indica el retraso en las entregas se producen por mayor demanda de los clientes, muestra de una economía fuerte. Pero en este caso, las entregas más lentas de los proveedores también probablemente indiquen una escasez de suministro relacionada con la pandemia de coronavirus.
Las estimaciones de crecimiento para el trimestre de octubre a diciembre rondan una tasa anualizada del 5%. La economía creció a un ritmo récord de 33,4% en el tercer trimestre.