Economía

El Gobierno penalizará a las empresas que den de baja a los trabajadores el viernes para ahorrarse el pago de cotizaciones

  • Será aplicado para empresas que abusan de la rotación laboral
  • Escrivá garantiza que los Ertes durarán hasta el final de la crisis

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha anunciado este lunes que el Gobierno está estudiando introducir una tasa, a modo de penalización, para aquellas empresas que dan de baja los contratos de sus trabajadores durante los fines de semana para volverlos a dar de alta el lunes con el objetivo de ahorrarse el pago de cotizaciones a la Seguridad Social.

Durante su intervención en un desayuno 'online' de Nueva Economía Fórum, Escrivá ha subrayado que se trata de una práctica "intolerable", que también se realiza en los meses de verano, "que no debe aceptarse y que claramente se va a penalizar".

"Vamos a establecer una tasa por las bajas de contratos. Estamos estudiándolo", ha señalado el ministro, que ha explicado que el sistema actual, que permite dar de alta y de baja contratos de manera ágil, está posibilitando estos usos "no aceptables", que llevan asociada una pérdida de protección a los trabajadores al no pagarse las cotizaciones correspondientes a los fines de semana.

El ministro no ha dado muchos detalles de cómo introducir la tasa, pero ha apuntado que será para las bajas que se den de contratos, en empresas que lo practican de manera habitual. "Se ha convertido en algo cultural en España, no podemos aceptarlo", ha enfatizado Escrivá, quien también ha emplazado a las Administraciones Públicas a trabajar para reducir la elevada temporalidad en sectores como educación o sanidad.

El Gobierno ya endureció a finales de 2018 la cotización de los contratos temporales. En concreto, elevó el incremento en la cotización por la celebración de este tipo de contratos del 36% actual al 40%.

Cifra el coste de lo Erte este año en 30.000 millones

Por otro lado, Escrivá ha afirmado que todo el esquema de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) puesto en marcha para paliar los efectos de la pandemia tendrá un coste este año de 30.000 millones de euros, y no ha querido cifrar el gasto que este mecanismo supondrá en 2021 porque dependerá de muchos factores, entre ellos por cuánto tiempo se prolongan los ERTE una vez finaliza su actual vigencia, que alcanza hasta el próximo 31 de enero.

En todo caso, ha señalado que en enero se volverá a discutir con los agentes sociales sobre el marco de los ERTE y su posible extensión, momento en el que ya se podrán tener en cuenta además algunos datos sobre las vacunas contra el coronavirus. "Los Ertes durarán lo que tengan que durar y ya sabemos que estamos cerca del final de la crisis", y ha añadido que "tenemos que llevar hasta el final".

Sobre el plan para ayudar a la hostelería en el que trabaja el Gobierno, el ministro no ha querido entrar en muchos detalles pero sí ha avanzado que contendrá medidas fiscales y exoneraciones en el pago de cuotas a la Seguridad Social.

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