
Manuel Muñiz, abogado con una amplia experiencia diplomática y profesor de relaciones internacionales, fue de 2017 hasta el pasado mes de enero Decano de la Escuela de Asuntos Globales y Públicos de la Universidad IE en Madrid. En ese momento el Gobierno le nombró Secretario de Estado de la España Global. Bajo su responsabilidad está no solo la imagen exterior de nuestro país, sino también la diplomacia económica.
¿Cómo está la imagen de España en el exterior?
Según la información que tenemos por los estudios realizados por Reputation Institute para el Real Instituto ElCano, con 40.000 encuestados entre marzo y abril, y otro posterior de Ipsos con 22.000, España tiene una de las mejores reputaciones a nivel mundial. Nuestra historia, nuestra cultura y nuestra lengua nos sitúan entre los diez grandes países del mundo. Esa imagen además es resiliente, obedece a factores estructurales y no ha cambiado con la pandemia.
A pesar de ser uno de los países más golpeados por el virus...
Hay que tener en cuenta que estamos en una crisis global, que está afectando de forma muy marcada a países con algunos de los mejores sanitarios a nivel mundial y eso difumina . ¿Cómo va a cambiar la percepción en Alemania o Francia donde tienen una incidencia mayor?. Pero es que además, es un problema dinámico. Si tomamos una foto fija del pico de la primera ola o de la segunda es algo capcioso, no es real. En este momento, somos unos de los países con menor incidencia, debe de haber ya una docena que nos superan. Además, habrá que ver como termina la crisis.
¿Cómo han afectado otros problemas, como el independentismo o la investigación al Rey emérito?
Respecto al procés, de forma muy tangencial porque hay que tener en cuenta que la pandemia y la gestión sanitaria y económica están centrando todo el debate internacional. Todo lo demás ha quedado en segundo plano, pero no solo eso porque creo en España además estamos también en un momento político distinto. Y en cuanto a la monarquía, al margen de que no hay una imputación formal en contra del Rey emérito, lo que percibo es que se diferencia de forma clara a la persona que ocupa de la jefatura del Estado de la propia jefatura. No sería razonable que no existiera esa diferenciación. No se puede cuestionar la legitimidad de la institución.
El conflicto en la Cámara de Comercio en China, con acusaciones entre y las organizaciones locales, ¿ha afectado a nuestra imagen?
No me consta que haya un problema de imagen en China. Las relaciones son cordiales, con una relación comercial muy significativa. China es un socio importante en áreas de trabajo importante para la gobernanza global.
El día 9 se decide la sede del Centro Europeo de Ciberseguridad y la ciudad de León es una candidata. ¿Qué posibilidades hay?
Hay muchas candidaturas y ciudades estupendas como Bruselas, Múnich, Luxemburgo o Varsovia. Somos optimistas porque hemos presentado una propuesta muy sólida. León tiene infraestructuras y una conectividad muy buena, además un ecosistema en ciberseguridad, lo que es muy importante. Allí está el Instituto Nacional de Ciberseguridad y en torno a él se ha ido creando un ecosistema de empresas e Indra ya tiene presencia. Esta semana hemos recibido el apoyo de la Cámara Internacional de Comercio, que se ha comprometido a hacer un esfuerzo para mantener una presencia permanente si sale elegida. León es la capital de una provincia y creemos que hay que distribuir las oportunidades económicas.
¿Cómo condicionan los fondos europeos la agenda del Gobierno?
La respuesta europea a la crisis ha sido histórica. Se han mantenido e incrementado los programas de estímulo sanitario, lo que ha evitado que haya una crisis de deuda pública. España ha sido capaz de lanzar programas de estímulo económico cercanos al 20% del PIB sin ningún tipo de problema de financiación y eso se debe a las perspectivas de crecimiento, pero también a la acción del Banco Central Europeo (BCE). En el ámbito presupuestario y fiscal hay un fondo de recuperación que dobla la capacidad financiera de la UE. Se han roto varios puntos que eran tabú como la emisión de deuda con garantías compartidas por parte de los Estados miembros y hay un componente muy fuerte de transferencia, algo que no se había hecho antes al margen de los presupuestos. Hemos dado un paso muy importante en la integración europea. Todos tenemos que entender que tenemos una obligación los unos con los otros.
Pero hay inquietud entre los empresarios por cómo se va a trasladar a la economía público-privada...
Se dice que España no es capaz de absorber los fondos europeos y eso no es así porque se ejecuta más del 90%. Una vez aprobados los Presupuestos, si se remata el fondo y avanza la gestión sanitaria, el año que viene puede ser de crecimiento robusto y mantenerse los próximos 10 años. Tenemos una agenda de diplomacia económica para los próximos meses y queremos que por cada euro de dinero público haya una parte de inversión internacional.
¿Con quién se va a hablar?
Yo viajo ahora a Emiratos Árabes Unidos, donde hay fuertes inversores en la economía española, fundamentalmente los fondos soberanos del país. Voy a mantener reuniones esta semana en Dubai y Abu Dhabi y me veo también con la Asociación de Profesionales Españoles allí, que se constituye ahora. Tenemos una relación robusta, la exportación creció un 20% el año pasado, hasta 2.000 millones. Además, tengo viajes previstos a Qatar, Singapur, Noruega... También el Sudeste Asiático, Sudáfrica y Namibia.
¿Para qué sectores se busca inversión y por qué importe?
Emiratos Árabes Unidos ya está presente en Cepsa a través de Mubadala. Es una de sus inversiones más estratégicas fuera. A nosotros nos interesa la inversión en energías renovables, digitalización, infraestructuras para transporte limpio, tecnología... Van a salir todo tipo de oportunidades. No hay una valoración del importe final porque estamos iniciando las conversaciones, pero cuanto más importantes sean los planes mejor. Como decía antes, se abre una ventana para una profunda transformación en los próximos años de la economía española, con avances en productividad, en competitividad... Ese es el mensaje que voy a llevar a todos estos países y socios económicos. El Gobierno estima un crecimiento el año que viene del 7%.
Cuando dice que por cada euro público invertido habrá una inversión internacional, ¿de qué porcentaje podemos llegar a hablar?
Lo tendremos que determinar en las próximas semanas. Dependerá del tipo de inversión que pongamos sobre la mesa y de los socios que nos puedan acompañar. Vamos a intentar que todas las oportunidades que se generen lleguen a potenciales inversores.
Y potenciar la internacionalización...
Sí, es una objetivo bidireccional en el que se busca que nuestras empresas ganen también peso fuera. Es un trabajo conjunto con la Oficina Económica, el Ministerio de Industria y Comercio y Economía y Transición Ecológica.
¿Se van a buscar también inversores privados?
Depende del país. En Emiratos vamos a hablar fundamentalmente con fondos soberanos.
¿Cómo puede cambiar la relación con Estados Unidos tras llegar Biden a la Presidencia y después de los problemas que hubo con la política arancelaria con Trump?
Hay motivos para el optimismo por los mensajes que están saliendo de la Administración entrante, que tiene el objetivo de retornar al Acuerdo de París, a la Organización Mundial de la Salud, reconsiderar el acuerdo nuclear con Irán e ir de acuerdo con los aliados europeos respecto a la seguridad en Oriente Medio. Respecto a los aranceles por las ayudas a Airbus y Boeing, tenemos ahora unos derechos análogos y lo que deseamos es que ambos se levante. Creemos que mucho de los contenciosos abiertos se van a cerrar. Otro capítulo en el que tenemos que tener un diálogo fluido es la fiscalidad digital. Tenemos serios problemas para fiscalizar la actividad de la economía digital, queremos hacerlo en el marco de la OCDE.
La polémica por la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha deparado momentos muy tensos, por los que se llegó incluso a pensar que la UE cuestionaba la consideración de España respecto a la cláusula de Estado de Derecho.
Nadie en la UE piensa que España tenga un problema de Estado de Derecho. El Gobierno actúa con plena legitimidad democrática y esos mensajes son el resultado de una polarización política interna que hay que moderar por lealtad a la posición del país en el exterior.
¿Cómo ve el Gobierno la dilación del acuerdo para el Brexit?
El Brexit nos sigue pareciendo una mala noticia, y preferimos a Reino Unidos dentro de la UE, pero seguimos siendo optimistas sobre un acuerdo ambicioso que minimice el impacto económico especialmente en el caso de las zonas limítrofes con Gibraltar.