Río de Janeiro, 24 nov (EFECOM).- Brasil consiguió avances importantes en la consolidación de la estabilidad macroeconómica pero ahora tiene que preocuparse en aumentar su potencial de crecimiento económico, según un informe divulgado hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La OCDE, que reúne a las 32 mayores economías del mundo y de la que Brasil es miembro observador, considera bajo el crecimiento de la economía brasileña, que fue del 2,3 por ciento en el 2005 y ha sido en promedio del 2,5 por ciento anual desde 1995.
Ese índice es prácticamente la mitad del 5,0 por ciento anual al que se comprometió el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, desde que se asumió su mandato, en el 2003, y que pretende para los próximos cuatro años.
"El objetivo principal de la política de medio plazo para Brasil es aumentar el potencial de crecimiento de la economía", según el Informe Brasil 2006 de la OCDE, que fue presentado hoy durante un seminario en Río de Janeiro.
Brasil necesita "mejorar" su crecimiento para reducir "la diferencia de su renta per cápita frente a la de los países del área de la OCDE, que aumentó desde la década de los 80", según la Organización.
De acuerdo con el estudio, mientras que la renta per cápita de los brasileños correspondía a cerca del 41 por ciento de la de los países más ricos en 1980, el año pasado esa diferencia cayó a cerca del 28 por ciento.
"El informe no establece una tasa ideal de crecimiento para Brasil ni fija un número mágico, tan solo señala que si el país pretende aumentar el nivel de la renta tiene que elevar su tasa de crecimiento potencial", dijo a Efe el jefe de la subdivisión para Suramérica del Departamento Económico de la OCDE, Luiz de Mello.
"Ese crecimiento, sin embargo, tiene que ser consistente con el equilibrio macroeconómico y con una inflación estable", aclaró De Mello al indicar que el Gobierno no puede flexibilizar su política de ajuste económico solamente para promover un crecimiento mayor.
El secretario ejecutivo del ministerio brasileño de Hacienda, Bernard Appy, aseguró que existe una "clara convergencia" entre lo que la OCDE propone y lo que el Gobierno está planeando para el segundo mandato de Lula.
"Como la OCDE también estamos pensando en una política más volcada para el crecimiento económico y para el aumento de la inversión pública y la reducción de la carga tributaria, pero sin comprometer el ajuste fiscal", afirmó.
El informe destaca los "considerables" progresos de Brasil en años recientes para alcanzar la estabilidad macroeconómica.
"El retorno de todos los beneficios de esa estabilización, en términos de crecimiento más rápido, va a requerir un ajuste macroeconómico consolidado, mejorar la innovación en el sector de los negocios y aumentar el empleo formal", resume el informe.
Según la OCDE, Brasil tiene que buscar en adelante un ajuste más por la reducción de los gastos públicos que por el aumento de los impuestos, "al contrario de lo que ha hecho hasta ahora" y que lo ha llevado a tener una de las mayores cargas tributarias del mundo.
El esfuerzo fiscal "necesitará basarse predominantemente más en un corte de los gastos corrientes, incluso con el pago de jubilaciones, que en el aumento de la recaudación de impuestos, con sus efectos colaterales negativos".
En sus recomendaciones, el OCDE destaca principalmente la necesidad de una reforma al sistema de seguridad social debido a que el aumento de los gastos con las jubilaciones, sin un correspondiente aumento de las contribuciones de los trabajadores, amenaza la estabilidad fiscal. EFECOM
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