Los efectos de la COVID-19 se están dejando sentir en la actividad económica y en el empleo en la comunidad aragonesa en la que se prevé que el PIB caiga en este año entre el 6,8% y el 12,8% según diferentes informes económicos en los que también se prevé un aumento de desempleo, que podría llegar a alcanzar los peores datos de la anterior crisis económica. Una situación ante la que las empresas demandan medidas para poder recuperar su actividad y mantener y generar empleo.
¿Cómo están viviendo las empresas esta nueva oleada de la COVID-19?
Con mucha preocupación. Hay que tener en cuenta que en Aragón prácticamente no ha habido tregua en verano. Desde julio, estamos también con rebrotes importantes y, en estos momentos, ya estamos asistiendo a los cierres en los sectores más afectados con las nuevas restricciones como la hostelería, comercio, cultura, actividades extraescolares… Al final, todo el sector empresarial se va contagiando. Comprendemos que la prioridad es la lucha contra la COVID-19, pero es verdad que necesitamos planes de ayuda importantes y rápidos, sobre todo, para evitar que esto conlleve el cierre de empresas y la pérdida de puestos de trabajo. Además, en estos momentos, hay una falta de expectativa, incertidumbre sobre lo que va a ocurrir en el futuro, y sobre cuánto va a durar esto.
"Mientras no esté controlado el tema sanitario, es imposible que haya crecimiento económico"
¿Qué deben incluir estos planes?
En estos momentos, hay varias cuestiones. Por un lado, los esfuerzos que están haciendo las administraciones autonómica y municipal son importantes para sus cuantías presupuestarias, pero no son suficientes para lo que necesitan las empresas. Es decir, que haya una rebaja en una determinada tasa o impuesto es de ayuda indudablemente, pero en la situación en la que estamos la única solución son ayudas directas. Los ERTEs han ayudado a aguantar, pero es una medida temporal, de dos o tres meses… No pueden ser una solución estructural a largo plazo porque hay otra serie de gastos, que no son de personal y que, al final, también hacen que las empresas no puedan aguantar, como los alquileres. En estos momentos, la única solución es que las empresas tengan ayudas directas en cuantía suficiente para poder, de alguna manera, sustituir esos ingresos que se tenían al desarrollar su actividad normal.
Otra solución es permitir que operen con aforos reducidos y todas las medidas sanitarias. Creo que es la mejor solución porque los contagios no se están produciendo en las empresas, en la hostelería… Y aquí quiero hacer una llamada individualizada a la responsabilidad de cada uno porque en nuestros ratos de ocio o familiares estamos relajando las medidas que tenemos que poner y, ahí, es donde se están produciendo los contagios. Si todos fuésemos responsables, se podría mantener la actividad en sectores que ahora mismo se están cerrando y mantener unas tasas de control de la pandemia.
"Los ERTEs no pueden ser una solución estructural a largo plazo porque hay otros gastos que no son de personal"
¿Se deberían flexibilizar las medidas implantadas para poder operar?
Lo que vemos es que el Gobierno de España tendría que haber tomado medidas antes y medidas unitarias. No se puede gestionar esta situación con 17 enfoques distintos. Lo que está haciendo el presidente de España, Pedro Sánchez, es diluir y evitar su responsabilidad política en un tema que necesita un mando claro, un mando común para todos y con decisiones claras. Es un despropósito que cada uno adopte las decisiones y haya 17 modos distintos de afrontar la pandemia en España. Es un error tremendo y esto está haciendo que, al final, seamos uno de los países con peores datos sanitarios y con peores datos económicos a la vez. Esto no está ocurriendo en el resto de Europa ni de los países comparables. El Gobierno de España tenía que haber actuado antes, con decisión y con medidas claras. Esto es lo básico y lo prioritario.
Y luego estamos asistiendo a una restricción de nuestros derechos y libertades que, en muchos casos, son inadecuados en este momento como la nueva ley de Educación, la restricción del derecho de la libertad de los padres sobre la educación de sus hijos o se elimina el castellano como lengua vehicular en un formato de ley orgánica donde no se está permitiendo la comparecencia de los interesados. Son cuestiones que dan una imagen de España que no es la que permite crear seguridad jurídica para atraer inversión y crear un crecimiento económico. A esto, le unimos los mensajes que se están lanzando con el presupuesto, de subida de impuestos, de un presupuesto hiperexpansivo en un momento en el que hay un gran crecimiento del déficit público… Mientras en la empresa privada estamos tratando de ajustar todos los costes, de ser eficientes y de pasar la crisis, parece que en el sector público no la haya. Se suben los sueldos en el sector público cuando, en las empresas privadas, estamos haciendo ERTEs.
¿Pueden ayudar los fondos europeos a superar esta crisis?
Sí puede ayudar y ahí estamos siendo muy activos junto con el Gobierno de Aragón. Estamos viendo que los fondos posiblemente llegarán en el segundo semestre de 2021, es decir, dentro de un tiempo importante porque las ayudas se necesitan ya. Si las aprovechamos bien, pueden ayudarnos a transformar la economía nacional y aragonesa hacia sectores en los que, además, Aragón está bien posicionado como los de la economía verde y la digitalización. En estos momentos, hemos coordinado y presentado 44 proyectos, pero vamos a presentar unos 60 con una inversión de alrededor de 600 millones de euros en total. Estamos ahora con la tercera remisión. Esto puede ser una ayuda importante pero, mientras no esté controlada sanitariamente la situación, es imposible.
En los Presupuestos Generales del Estado se preasigna a Aragón una partida de 138 millones de los fondos de recuperación de la Unión Europea. ¿Es suficiente?
La partida de 138 millones va fundamentalmente a la lucha contra la COVID-19 y a sanidad y educación. Aragón no ha sido bien tratado en los Presupuestos Generales del Estado. Se han reducido en un 2,9% los fondos destinados a la comunidad. Prácticamente, se contempla la finalización de obras que llevan muchos años en marcha y que ya tenían que estar terminadas, pero no recoge las aspiraciones de futuro de Aragón porque hay infraestructuras que vienen simplemente con estudios informativos y con menos valoración e importe que otros años. Por parte del Gobierno de España, se trata mejor a aquellos territorios que sujetan la investidura, como Cataluña y País Vasco, que al resto de comunidades. Aragón es una de las perjudicadas.
"Aragón no ha salido bien tratado en los Presupuestos Generales del Estado. Se han reducido los fondos un 2,9%"
En Aragón, asistimos a una nueva oleada de ERTEs
Ha habido un incremento importante de ERTEs -más de 200 la semana pasada-, sobre todo en hostelería y comercio por las nuevas restricciones. Y ahí la única medida es volver a la actividad. En España no hay dinero para adoptar medidas como las que aplica, por ejemplo, Angela Merkel en Alemania, donde prácticamente está haciendo una ayuda directa del 75% de la facturación del año anterior en estos establecimientos. La única manera que puede sostener España es volver a la actividad cuanto antes y es también lo que permitirá que las personas salgan del ERTE.
¿Se podrá recuperar el empleo perdido? ¿Qué medidas serían necesarias para impulsar la contratación?
En estos momentos, sumando las personas que están en desempleo en Aragón, se ha crecido casi un 20% en comparación con octubre de 2019. Estamos en un volumen cercano al peor momento de la crisis anterior. Es evidente que el desempleo que se pretendía evitar con los ERTE va a incrementarse en los próximos meses y eso va a conllevar situaciones sociales complicadas. Nadie va a contratar mientras haya restricciones a su actividad y, además, con una incertidumbre de cara al futuro, un entorno de subida de impuestos… Mientras no esté controlado el tema sanitario, es imposible que haya crecimiento económico.