
No es buen momento para gastar en según qué cosas o al menos así lo considera el 40% de los consumidores españoles. Sus perspectivas de consumo se están viendo lastradas por el miedo a una bajada de ingresos ante la incertidumbre económica que ha generado la pandemia, y eso les lleva a la contención.
Según el informe de Perspectivas del Consumidor de la consultora Kantar correspondiente al segundo cuatrimestre de 2020, la confianza del consumidor español ha descendido de manera drástica tras el verano. Ni la situación económica propia, ni la del país, ni la valoración del momento de consumo y tampoco las perspectivas económicas a seis meses están en positivo. Al contrario, en este periodo esos cuatro marcadores que forman parte del Índice de Comportamiento se han afianzado en el terreno negativo en el que entraron en el primer cuatrimestre y lo han arrastrado a un nivel (-21) que no se alcanzaba desde 2015. Es la situación económica del hogar el único valor de ese índice que se mantiene en positivo.

La diferencia entre la confianza en la economía doméstica y la del país que muestra la gráfica -la brecha no era tan grande desde el periodo 2010-2015- radica en el pesimismo a medio plazo. Y es que el 71% de los consumidores españoles creen que la economía del país estará peor o mucho peor en los próximos seis meses, según recoge el informe.
Esta perspectiva de que las cosas vayan a peor ha hecho que se triplique el número de españoles que se muestran preocupados por que bajen sus ingresos, aunque existen notables diferencias en la percepción a futuros: el 47% de los entrevistados cree que sus ingresos se mantendrán en los próximos meses mientras que la otra mitad de los consumidores reconoce inseguridad. De estos, un 27% (tres veces más que en la última medición) piensa que pueden descender y un 23 % no sabe cómo van a evolucionar sus ingresos.
Las inferencias de esta radiografía en el consumo son inevitables. Así, el número de consumidores que se vuelven más conservadores ha aumentado hasta el 40% mientras que un 54% apuestan por mantener los niveles de consumo. Solo un 4% considera que hay que consumir más.
¿Es momento de comprar qué?
Según el informe, la valoración del momento para realizar compras se concentra en estos momentos en la alimentación (44,4%), o cuidado del hogar, como por ejemplo en productos de droguería (26,6%). También siguen con margen las actividades de formación (12,1%) y los productos de belleza (10,9%).
Sin embargo, todo lo relacionado con viajes, reformas en el hogar, turismo u ocio ha quedado congelado. También registra un descenso la intención de compra de dispositivos móviles, videojuegos y reproductores de música.
En concreto, el 82,7% de los consumidores ven un mal momento para comprar o contratar unas largas vacaciones como un crucero, por ejemplo. Es, con diferencia, el gasto menos estimado en estos momentos. Le siguen los productos financieros como fondos o planes (descartado por el 66,8%), los préstamos o hipotecas (64,2%), la vivienda (43%) o los viajes de fin de semana (46,8%).
Aunque con algo más de margen, tampoco parece un buen momento salir de bares o restaurantes para un 40,8% de los consumidores, ni para comprar un coche (39,1%), o gasta en ocio (34,6%). El cine o los espectáculos son, dentro del 'mal momento para gastar' las opciones menos descartadas, solo apuestan por ahorrar en ese ámbito un 29,5%.

Percepción de riesgo de pérdida de empleo
El informe también recoge el nivel de riesgo que los consumidores perciben sobre su empleo. En contraste con los temores en el consumo y a pesar de la desconfianza en la economía, los encuestados sí mantienen el optimismo sobre mantener su trabajo.
En concreto, un 80% de los españoles empleados considera que hay pocas o ninguna posibilidad de quedarse sin empleo frente a un 16% que sí valora esa posibilidad.