
El Gobierno trabaja en unos Presupuestos para 2021 "ambiciosos, que permitan llevar a cabo proyectos-país que impulsen la recuperación y sitúen a la industria como protagonista de la recuperación", según apuntó la ministra de Industria, Reyes Maroto, en el VII Foro Industrial de elEconomista.
Unas Cuentas, elaboradas por el departamento que dirige la ministra María Jesús Montero, que el Ejecutivo central remitirá a la Unión Europea, con el 30 de octubre como fecha límite, junto al Plan de Recuperación para España, necesario para recibir las ayudas de 140.000 millones comprometidas.
Los primeros fondos que llegarán, en el supuesto más optimista, serán unos 14.000 millones, el 10% de prefinanciación que los líderes europeos acordaron adelantar en julio para los Estados miembros al arrancar sus programas de inversiones y reformas.
Partida por adelantado
Pero como la recepción de la primera partida puede tardar en llegar, el Gobierno prevé añadir esos fondos al presupuesto de inversiones para 2021, es decir, adelantarlo y empezar su ejecución lo más pronto posible, con el objetivo de impulsar la recuperación prevista para el próximo año. Si se retrasara demasiado, el resultado sería un mayor déficit público.
De esta manera, los fondos europeos se incluirán en el Presupuesto y, después, se gestionarán en convocatorias, subvenciones, convenios o líneas específicas de los ministerios competentes. Se licitarán y estarán abiertos a un proceso de concurrencia competitiva.
La gestión ordinaria se hará a través de los Presupuestos, y los ministerios competentes serán los que vayan abriendo los procesos a las empresas. Los fondos irán a proyectos aprobados y no por cuotas autonómicos, priorizando aquellos que supongan una transformación de la industria y de la empresa.
En cualquier caso, Moncloa será la que decida en última instancia sobre los proyectos que presenten las comunidades autónomas.
El Gobierno trata de suavizar las condiciones impuestas para acceder a los fondos
El Gobierno baraja conseguir el año que viene unos 14.000 millones de Europa en ayudas directas no reembolsables, de los 43.000 millones que -según la Comisión- le corresponden entre 2021 y 2022 del fondo de recuperación Next Generation EU.
Estas ayudas llegarán si los proyectos presentados son aceptados por Bruselas y si se cumplen los compromisos pactados con la Comisión, entre ellos tener comenzada una licitación, además de otros exámenes y burocracias. Todo esto apunta a que el riesgo de que el proceso se dilate en el tiempo y los recursos se retrasen es elevado.
El Gobierno de España trata de asegurarse de recibir en 2021 por lo menos los 14.000 millones de anticipo. Mientras Pedro Sánchez reclama que se acelere la entrega de fondos, la Comisión aduce que es complicado organizar un Tesoro para emitir en los mercados. Y los Parlamentos nacionales tienen que aprobar los recursos.
Otra batalla del presidente del Gobierno es tratar de suavizar las condiciones impuestas para acceder a los fondos: España necesita varias reformas, entre ellas de sus pensiones, su fiscalidad y corregir los diversos desequilibrios. Estas guías son consideradas "excesivas" en el entorno del Ejecutivo.
Duplicar la inversión
El Gobierno confía en ganar, si no la guerra, algunas de las batallas que mantiene con Bruselas. Por ello, incluirá esos 14.000 millones en los Presupuestos de 2021 como un gasto, con independencia de cuando se puedan ingresar esos fondos. Esa cantidad supondrá que se duplique la inversión que destinan las administraciones en un año.
Las iniciativas empresariales no faltarán, ya que se han presentado propuestas por 200.000 millones. Proyectos en línea con alguno de los Los cuatro ejes anunciados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: transición verde, digitalización, cohesión social e igualdad.