
Los republicanos arrancan el lunes su convención nacional con la misión de reformular la gestión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, el inquilino de la Casa Blanca aceptará oficialmente la nominación de su partido bajo la crisis sanitaria y económica desatada por la pandemia del coronavirus, la agitación racial o la sombra dejada la semana pasada por la detención por fraude de Steve Bannon, quien fuera estratega de la actual Administración.
Lejos de postularse como un episodio anecdótico, Bannon es al menos el sexto ex asesor de Trump que ha sido acusado o condenado por un delito grave desde la elección del presidente. Otros incluyen a su director de campaña, Paul Manafort, su abogado personal, Michael Cohen, o su consejero, Roger Stone. Tampoco hay que olvidar al asesor seguridad nacional, Michael Flynn, el miembro de su campaña, Rick Gates, o George Papadopoulos, otro asistente de política exterior de la campaña de Trump.
Fuera desde 2017
Bannon, que dejó la Casa Blanca en 2017, está imputado con un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico y otro de conspiración para el blanqueo de dinero, dos delitos que pueden acarrear penas máximas de 20 años de cárcel cada uno. Son las mismas acusaciones a las que se enfrentan los otros tres individuos involucrados: Brian Kolfage, Andrew Badolato y Timothy Shea, que también fueron detenidos y comparecerán este jueves ante tribunales de Florida y Colorado, mientras que Bannon lo hará en Nueva York.
Según los fiscales, Bannon y el resto de implicados orquestaron una trama para desviar dinero recaudado en el marco de la campaña "We Build the Wall" ("Nosotros construimos el muro", en inglés), que recaudó más de 25 millones de dólares, según las autoridades.
La iniciativa prometió que todos esos fondos se destinarían a financiar la gran promesa electoral de Trump, pero esas afirmaciones eran "falsas", apunta el documento de acusación presentado ante un tribunal federal de Nueva York. En el mismo se describe como, en realidad, los acusados recibieron colectivamente cientos de miles de dólares que usaron de forma inconsistente con las manifestaciones públicas de la organización.
Como estratega político de Trump, Bannon fue quien orquestó la apuesta populista de la campaña que encumbró al republicano a la Casa Blanca en 2016. Tras su salida de la Administración Trump, Bannon ha asesorado a varios partidos de extrema derecha como el español Vox o a la Agrupación Nacional (el antiguo Frente Nacional de Francia).
Desconocimiento de Trump
Cuando se le pidió su opinión sobre el arresto de Bannon, Trump consideró los acontecimientos como "algo muy triste". Negó haber apoyado el proyecto "We Build the Wall", alegando que pensaba que se había "hecho por razones de ostentación y exhibicionismo". Sin embargo, varios de sus asesores elogiaron el plan o participaron en él.
Con este imprevisto como telón de fondo, a lo largo de esta semana el presidente de EEUU intentará que las elecciones del próximo 3 de noviembre no se conviertan en un referéndum sobre su gestión, actualmente asediada por la pandemia y el colapso económico, sino en el respaldo a una visión de futuro para el país muy distinta de la que ofrecen los demócratas y Joe Biden.
La convención, cuyo tema central estará basado en honrar la historia de EEUU, tratará de mostrar un tono más optimista e inspirador en un momento de crisis mundial. La noche de apertura se centrará en el papel de la mayor economía del mundo como un "país de promesas", con el objetivo de demostrar cómo Trump ha ayudado a renovar el sueño americano.
Un día después, la atención vira a la "tierra de oportunidades", donde se espera que se perfilen y critiquen los planes Biden y los demócratas cómo "socialistas y de izquierda radical". La penúltima noche, en la que hablará el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, estará protagonizada por los héroes de la nación mientras que el jueves Trump cerrará la convención con un discurso sin precedentes desde la Casa Blanca.
Las encuestas continúan ofreciendo una ventaja de al menos 7,6 puntos al candidato demócrata, Joe Biden, en la media de las encuestas que elabora el portal RealClearPolitics. En los principales estados "bisagra o veleta", dicho margen se reduce actualmente a 4,2 puntos. Otras plataformas, como FiveThirtyEight, sitúan al actual presidente de EEUU, Donald Trump, hasta 8,8 puntos por detrás de su contrincante demócrata.
Según Mark Zandi, economista jefe de Moody´s Analytics, la pandemia le podría haber costado ya a Trump más de 100 votos en el Colegio Electoral, donde se requieren al menos 270 para confirmar una victoria. "En Pensilvania, Michigan y Wisconsin, el brote ha hecho que el presidente pierda más de 800.000 votos, lo que equivale al 4% de los votantes registrados en estos tres estados clave", señala en sus últimas proyecciones.