Economía

Los 'millennials' caen en desgracia cuando empezaban a remontar

  • Este colectivo ha quedado estrangulado entre dos crisis en la última década
Imagen: Alamy.

Las personas llamadas a liderar las empresas y el país en los próximos 10 años no pueden tener peor suerte. Por primera vez en la historia, la generación mejor preparada también es la más precaria y la más afligida por las dos mayores crisis del último medio siglo. Los treintañeros agrupados globalmente como millennial asumen que se llevarán la peor parte de la tragedia laboral provocada por la crisis sanitaria del Covid.

Entraron en el mercado laboral cuando Lehman Brothers hizo añicos la economía del mundo y tuvieron que convivir en un entorno de mileurismo. Ahora -de la noche a la mañana-, cuando les toca construir en asuntos de familia, compra de vivienda o escalada profesional, el colectivo vuelve a recaer. Y este batacazo global coincide con el momento social y económicamente más trascendente de sus vidas. "Levantar cabeza y volver a agacharla", piensan muchos jóvenes españoles, ahora hipotecados hasta la cejas e incluidos en ese 34% de trabajadores ahora afectados por el empleo perdido y los ERE causados por el Covid-19. Como todo el país, como todo el mundo, ahora toca volver a la casilla de salida, justo antes de la crisis de 2008".

En los diez últimos años, el índice de pobreza absoluta de los menores de 35 años se ha duplicado, según desvela un estudio realizado en Italia, que podría trasladarse a España. Entre otros datos, la riqueza media de las familias de nacidos entre 1981 y 1995 ahora es 12 veces menor que la de sus padres.

Las expectativas frustradas, la incertidumbre de un futuro del revés y la vuelta a la habitación de la infancia amenazan a un colectivo de población con graves dificultades para poner en valor su formación, creatividad y flexibilidad vital para trabajar en cualquier país del mundo. El 34% del empleo perdido por el Covid impacta entre los nacidos en las dos últimas décadas del siglo pasado.

Con un impacto reducido en términos de salud, las personas con edades entre 27 y 38 años están llamadas a digerir el peor ricino económico de la postguerra del Covid-19, según explican los expertos consultados por elEconomista. "Las oportunidades para trabajar fuera del país, válvula de escape laboral para miles de ellos, se laminan de un hachazo, debido al cierre de las fronteras y los resquemores para todo aquello que venga de afuera", coinciden los consultores sondeados. La situación se complica con los previsibles altísimos niveles de desempleo, exiguos ahorros para afrontar las dificultades y con un mercado inmobiliario alejado de sus posibilidades económicas.

Tommaso Canonici, director general de Opinno.com y del Massachusetts Institute of Technology Review (MIT), considera que "los millennials van a salir muy tocados de la crisis". Según explica el coautor del libro El líder ante la innovación, se trata de unos profesionales que entraron en el mercado laboral durante la crisis de 2008, con una precariedad absoluta, y que ahora tienen que digerir una pandemia que amenaza con matar sus expectativas. "Posiblemente será la generación más afectada, ya que les golpea antes de llegar al cénit de su carrera profesional, cuando les correspondía esprintar, con un varapalo que coincide cuando les toca abordar grandes decisiones como la formación de una familia o la compra de una vivienda con una gran incertidumbre social, económica y personal". Según explica, se trata de una suerte de "generación perdida, que abarca al 45% o 50% de la población laboral, y a la que le costará emanciparse de los hogares paternos debido a un nivel salarial bajo y con distintas velocidades en función de las distintas geografías.

Fragilidad de la economía

Por lo general, las personas con edades comprendidas entre 27 y 39 años coinciden con perfiles bien educados, tecnológicamente avanzados, multiculturales y cosmopolitas. Sin embargo, las expectativas con las que estas personas afrontan el futuro serán más adversas que cuando salieron de su época universitaria y mucho peores que las de sus padres. La falta de seguridad laboral es evidente y la estabilidad tenderá a cero. Los expertos consultados reconocen que los treintañeros tienen motivo para sentir la fragilidad de la economía en sus propios bolsillos. "Si la crisis de 2008 fue paulatina, la del Covid ha sido de sopetón, imprevisible en su magnitud y ha truncado cualquier repunte de prosperidad", añaden.

Sergio Duarte, director de Human Capital de Deloitte España, incide en la importancia de implicar a la generación millennial en la solución de la crisis. "Desde la gestión de los Recursos Humanos tenemos que ver cómo está afectando esta situación a mi organización y cómo salir fortalecidos con la crisis", explica. En su opinión, "es el momento de reforzar el sentido de pertenencia y de compromiso con la organización, de reenganchar a unas personas llamadas a liderar las empresas en los próximos años. "Estamos descubriendo líderes que nos dan lecciones a diario de resiliencia, que responden como los mejores, con más rapidez y flexiblilidad para adaptarse a los cambios".

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