
La confianza del consumidor de EEUU en abril se desploma desde los 118,8 en marzo a 86,9 puntos en abril, el nivel más bajo desde junio de 2014. El dato es preocupante porque esta referencia se interpreta como un adelanto del consumo privado, que supone el dos terceras partes del producto interior bruto (PIB). La caída del índice ha sido la mayor en la última década.
El informe deja ver que los estadounidenses eran muy pesimistas sobre lo que está sucediendo en el país en este momento por culpa del coronavirus y las medidas de contención adoptadas, pero tenían más esperanzas de que la economía comenzaría a recuperarse en el futuro cercano.
La confianza del consumidor está compuesta por el índice de situación actual, basado en la evaluación de los consumidores de las condiciones comerciales y laborales actuales, que disminuyó considerablemente, de 166,7 a 76,4 puntos. Sin embargo, el Índice de Expectativas, basado en las perspectivas a corto plazo de los consumidores para las condiciones de ingresos, negocios y mercado laboral, mejoró de 86,8 en marzo a 93,8 en abril.
Mañana se publicará el dato inicial de PIB del primer trimestre. Pese a que la cifra no debería recoger el mayor impacto de la pandemia al tratarse del periodo de enero a marzo. Pero el consenso de analista ya anticipan una caída del 4%. Durante estos meses, la confianza del consumidor se mantuvo por encima de 130 en enero y febrero y 120 en marzo.