Economía

La salvación de los 'grandes dinosaurios' empresariales en Europa podría ser la gran amenaza económica del futuro

  • La UE apuesta por salvar a grandes empresas que eran poco eficientes
  • Otros sectores más dinámicos podrían carecer de esa ayuda y fracasar
  • Todo ello puede reducir la productividad y el crecimiento a largo plazo

A medida que la Unión Europea anuncia nuevas medidas para salvar a las empresas que están al borde de la quiebra, con ayuda de los estados, Europa corre el riesgo de lastrar los esfuerzos y planes para mejorar su economía y la productividad. Los grandes dinosaurios (muchos de ellos son empresas zombis) podrían prolongar su agonía detrayendo recursos de otras firmas innovadoras y más dinámicas, que sin embargo aún están en pleno proceso de crecimiento.

No son las empresas de tecnología o la energía limpia las que se beneficiarán del mayor rescate industrial en la historia europea. Son las mismas viejas industrias que formaron la columna vertebral de los mercados laborales del siglo XX

Al relajar las normas que imposibilitaban la concesión de ayudas estatales, la UE allana el camino para gastar miles de millones de euros en apoyar a las industrias devastadas por la pandemia del coronavirus. Pero al tratar de salvar empleos, los gobiernos corren el riesgo de apuntalar a las empresas que ya estaban en problemas y el inevitable retroceso cuando la normalidad regrese.

"No todos los dinosaurios deberían ser rescatados, especialmente si la compañía ya estaba en declive en su perspectiva de largo plazo", explica Guntram Wolff, director del grupo de expertos Bruegel con sede en Bruselas, por correo electrónico. "Los subsidios a largo plazo para los dinosaurios supondrá que podría faltar dinero para sectores nuevos y dinámicos".

Antes de que el coronavirus obligara a la UE a cerrar gran parte de su economía, los gobiernos estaban canalizando recursos hacia baterías de automóviles eléctricos, energía renovable y computación en la nube como parte de una estrategia para convertir al bloque en un líder en las industrias bajas en carbono del siglo XXI. La pregunta ahora es: ¿sobrevivirán esos esos objetivos a la crisis?

Las autoridades han insistido en que la UE debe tener en cuenta su estrategia a largo plazo, incluso mientras lucha por limitar el colapso económico por las medidas que han adoptado los gobiernos para luchar contra el coronavirus.

"La UE tiene, con esta crisis, una oportunidad histórica de convertirse finalmente en un gran poder económico y político entre Estados Unidos y China", aseguraba el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, a principios de este mes. "La UE debe aprovechar esta oportunidad".

Pero no son las empresas de tecnología o la energía limpia las que se beneficiarán del mayor rescate industrial en la historia europea. Son las mismas viejas industrias que formaron la columna vertebral de los mercados laborales del siglo XX.

Francia y los Países Bajos han prometido hasta 11 mil millones de euros para salvar a Air France-KLM después de que la aerolínea advirtió sobre una inminente crisis de efectivo y la posibilidad de que no sobreviviera a la pandemia mundial sin ayuda estatal. Se espera que el gobierno alemán se reúna con ejecutivos de Deutsche Lufthansa en los próximos días para elaborar un paquete de préstamos, garantías de crédito y capital que podría valer alrededor de 10 mil millones de euros, según personas familiarizadas con el asunto.

Rescate selectivo

Las aerolíneas estaban luchando para reducir los costes antes del cierre y viendo sus márgenes erosionados por la competencia de firmas como EasyJet y Ryanair Holdings. La profundización de sus lazos también aumentará la exposición política de los gobiernos a las disputas laborales que han acosado a ambos transportistas.

El director ejecutivo de Ryanair, Michael O'Leary, aseguró que puede demandar a la UE para evitar que Francia y otros países "regalen selectivamente miles de millones de euros a sus ineficaces transportistas de bandera", según una carta que envió al jefe de competencia de la UE y a la que Bloomberg tuvo acceso.

Demasiado importante para caer

Las empresas como Air France-KLM y Lufthansa son consideradas por sus estados de origen como demasiado estratégicas para fracasar, dada la importancia que juegan en el apoyo a los mercados de exportación, la conexión con territorios lejanos y el apoyo a miles de empleos bien remunerados de la clase media. Air France-KLM recientemente ayudó a Francia a repatriar a ciudadanos varados en el extranjero y a transportar suministros de atención médica.

El gobierno francés también puede respaldar un préstamo de 5.000 millones de euros para Renault después de que el fabricante de automóviles informase de una caída del 19% en los ingresos del primer trimestre. Las ventas de vehículos de Renault ya estaban cayendo en 2019, mientras que la compañía luchaba para obtener sinergias tras su alianza con Nissan y se enfocó en volúmenes más que en beneficio por venta.

Este tipo de rescate está muy lejos de las inversiones que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estaba contemplando cuando presentó su estrategia industrial el mes pasado.

"Esto es más importante que nunca cuando Europa se embarca en sus ambiciosas transiciones verdes y digitales en un mundo más inestable e impredecible", aseguró von der Leyen en un comunicado. "La industria europea tiene todo lo necesario para liderar el camino y haremos todo lo posible para apoyarla".

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