
Las fábricas europeas ha sufrido una severa contracción en su actividad. El PMI industrial ha pasado del 49,2 puntos hasta situarse en 44,5 puntos, en mínimos de siete años. Los expertos advierten de que en la mayoría de sectores "sufrirán una recesión sin precedentes", solo se salvarán la alimentación y el farmacéutico. En abril se comenzarán a sentir con mayor virulencia el cierre de fábricas y en los próximos meses se notará la disminución del gasto empresarial hundiendo la demanda.
"Lo preocupante es que todavía estamos un poco lejos del pico de disminución del sector manufacturero", advierte Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit. El índice PMI del sector en marzo de la zona euro se hundió a 44,5 puntos, a mínimos de siete años y medio, con fuertes descensos en la producción y en las exportaciones a niveles de 2009, reflejando el parón productivo por las medidas de contención del virus en todo el continente.
Solo en Países Bajos (50,5 puntos) logró escapar a la contracción, mientras que otras grandes economías del euro como España (45,7) registraba su peor dato en 83 meses y Alemania (45,4) profundizaba la contracción de la actividad de sus fábricas.
Pero lo peor está por llegar en los próximos meses. "La caída del índice PMI hasta su mínimo de siete años y medio oculta la gravedad del desplome del sector manufacturero, ya que incluye una medida de los retrasos en las cadenas de abastecimiento, lo que impulsó el índice, ya que los retrasos en el suministro normalmente se perciben como una señal de aumento de la demanda, pero en este momento las demoras casi récord son una indicación de que las cadenas de suministro mundiales están siendo diezmadas por el cierre de fábricas en todo el mundo", señala la consultora.
Apunta a que en los próximos meses el mundo se va a enfrentar un impacto sin precedentes en el gasto en todo el mundo, hundiendo la demanda global. Solo se salvarán la industria de la alimentación y la farmacéutica.
Los fabricantes europeos ya han reflejado en las encuestas que se enfrentan a obstáculos importantes para conseguir suministros, tanto dentro como fuera de los mercados del Viejo Continente. Los plazos medios de entrega se alargaron hasta su máximo de toda la serie histórica de casi 23 años.
Las empresas manufactureras de la zona euro también recortaron sus niveles de empleo en el mes de marzo y lo hicieron al mayor ritmo en más de una década. La pérdida de empleo fue especialmente fuerte en Austria, Alemania e Irlanda.
La confianza con respecto a las perspectivas se volvió cada vez más sombría en marzo, reflejando la preocupación sobre el impacto a corto y largo plazo de la pandemia de Covid-19 en la actividad económica global. De este modo, el sentimiento del sector experimentó la mayor caída mensual de toda la serie, que se remonta a 2012, situándose en el nivel más bajo registrado hasta la fecha.