
Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han expresado conjuntamente su desilusión por el abultado número de despidos, especialmente de trabajadores temporales y de obra y servicio, que se vienen produciendo a pesar de que el Gobierno ha establecido sistemas de flexibilización como los Erte express o la posibilidad de reducción de jornadas.
Aunque no tienen datos y se remiten a los registros oficiales del INEM que se conocerán la semana próxima, Unai Sordo, secretario general de CCOO, se aventura a cifrar en un millón los despidos que se pueden haber producido. En este sentido, han solicitado al Ejecutivo que tome medidas para cortar los despidos.
Igualmente, ambas centrales han destacado que la prioridad en estos momentos debe ser mantener la seguridad de todos los trabajadores que actualmente acuden a sus puestos de trabajo con sistemas de protección adecuados y, evitar, además, que estos trabajadores puedan propagar el coronavirus. En este sentido, no entran a valorar qué tipo de actividad ejercen las empresas, pues en todas ellas, esenciales o no esenciales, se debe garantizar la seguridad de las plantillas.
No obstante, tanto el líder de UGT, Pepe Álvarez, ha insistido en que, además de dotar de equipos de protección, la decisión de realizar un parón productivo total como han planteado algunas comunidades autónomas corresponde a las autoridades sanitarias que con informes científicos deben valorar este tipo de medidas. En cualquier caso, el secretario general de UGT, se pregunta "qué queda por parar en España". Ambos líderes reconocen que han solicitado al Gobierno que se establezca el paro de la construcción, salvo en aquellas actividades esenciales como podría ser el mantenimiento de infraestructuras.
Medidas contra los despidos
Respecto a las despidos, UGT y CCOO solicitaron esta semana en una reunión con varios ministros, encabezada por la vicepresidenta Nadia Calviño, que el Gobierno tome medidas urgentes para cortar los despidos que se han dado durante estos días. Aunque no han hecho propuestas concretas en este sentido, ambos líderes resaltan algunas como la moratoria de despidos que se ha tomado en Italia, con una modificación temporal de la legislación.
Pero también otras fórmulas, como vincular las ayudas que el Gobierno ha abierto para las empresas a que no hayan realizado ninguna cancelación de contratos, sean temporales o de obra y servicio, o fijos o, incluso, aumentar puntualmente las indemnizaciones por cese de contrato.