Economía

EEUU busca estímulos, pese a que el empleo resiste al virus

  • El paro está en mínimos de 1969, pero Trump ofrece ayuda a sectores afectados
Donald Trump, presidente de EEUU.

Pese a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró el buen dato de empleo al grito en Twitter de "¡Trabajos, trabajos, trabajos!" y confirmó que "los mercados repuntarán", las mesas de inversión barajan ya más rebajas de tasas, mientras algunos economistas hablan ya de paquetes de estímulo fiscal por valor de 350.000 millones de dólares (310.000 millones de euros).

Las declaraciones del inquilino de la Casa Blanca se produjeron durante su rúbrica del paquete de emergencia aprobado esta semana en el Capitolio por valor de 8.300 millones de dólares (7.340 millones de euros) dado el incremento de las infecciones a este lado del Atlántico. Este plan incluye 3.000 millones de dólares para desarrollar tratamientos para la enfermedad y 2.200 millones de dólares para prevenir su propagación. Además, más de 1.000 millones de dólares irán al extranjero y se incluyen 20 millones de dólares para financiar el aumento de préstamos a pequeñas empresas.

No obstante, a medida que la actividad económica comienza a resentirse y un buen número de empresas de un amplio abanico de sectores implementan su protocolo de emergencia, la Administración Trump y el Congreso sopesan ahondar en los estímulos fiscales.

Larry Kudlow, el director del Consejo Económico Nacional abogó por ciertas concesiones "específicas" y apeló a la industria aéreas, el turismo y la hostelería. Además, la Casa Blanca también está considerando ayudar a las personas que no pueden trabajar porque se ven obligadas a quedarse en casa, así como a las pequeñas empresas.

Desde el Fondo Monetario Internacional, Vitor Gaspar, el director de Asuntos Fiscales de la institución multilateral, publicó una guía de cuáles serían las políticas fiscales más adecuadas para proteger a la población durante el brote. Entre ellas se incluyen, aumentar el gasto público para prevenir, detectar, controlar, tratar y contener el virus; ofrecer subsidios a personas y empresas para ayudar a frenar el contagio; o brindar una desgravación fiscal a las personas y empresas que no pueden costearlas dada la situación actual. También se exigió a los gobiernos que elaboren planes de contención para garantizar la continuidad de las operaciones.

Así, en el país norteamericano, donde en febrero se generaron 273.000 puestos de trabajo y la tasa de paro cayó una décima, para situarse de nuevo en el 3,6%, mínimos no vistos desde finales de 1969, Andrew Hollenhorst, economista de Citi, no espera una recesión y proyecta un fuerte repunte en la segunda mitad del año, pese a la debilidad global.

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