Economía

Argumentos contra la "quimera" de la jornada laboral de 4 días que explora la Comunitat Valenciana

  • La Generalitat dará subvenciones a las empresas que la introduzcan
  • Adecco tilda la iniciativa de "experimento antieconómico"
  • "Es empezar por el tejado la casa de la productividad", afirman
Empleado de Ford Almussafes. EE
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Un "experimento antieconómico", una "quimera", "comenzar por el tejado la casa de la productividad". Así califica Javier Blasco, director de la firma de recursos humanos Adecco Group Institute, la iniciativa de la Generalitat Valenciana para fomentar la implantación en empresas privadas la jornada laboral de cuatro días. La propuesta de la administración consiste en subvencionar con alrededor de 300 euros por trabajador a las firmas que resten un día de trabajo, una ayuda que prevé introducir a partir de 2021.

La iniciativa parte del informe El futuro del trabajo y las políticas de empleo en la Comunitat Valenciana realizado por el Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Labora) en alianza con el think tank británico Autonomy. En concreto, el documento plantea "un nuevo programa de subvenciones directas orientadas a ayudar a las empresas en su proceso de transición, cubriendo parcialmente o totalmente la diferencia del coste salarial por hora, con el objetivo de mantener el salario y el número de empleados en las empresas".

La decisión es controvertida, inyectar dinero público para que el empleado de la empresa privada trabaje menos cobrando lo mismo. Al respecto, la Generalitat subraya que sería una subvención temporal y menguante en busca de que la empresa logre incrementar la productividad de los trabajadores, sin ánimo de permanencia en el tiempo. "Los subsidios podrían cubrir el 100% de la diferencia en el coste salarial por hora fruto de la reducción durante el primer año, el 50% durante el segundo año y el 25% durante el tercer año", precisa. A partir del cuarto la empresa debería aplicar la jornada de 4 días sin apoyo de la administración.

El director general de Labora, Enric Nomdedéu, desglosa que la iniciativa pretende activar un "círculo virtuoso": "Que las empresas logren trabajadores más productivos, como se ha demostrado que se puede conseguir; que ello permita que se incremente la contratación y baje el paro; que los empleados trabajen menos horas cobrando lo mismo y, en consecuencia, mejore su vida a nivel social y de salud; y en materia medioambiental lograr una mayor eficiencia al reducir el coste energético y de movilidad por empleado".

Por contra, el director de Adecco Group Institute, Javier Blasco, detecta numerosas lagunas en la iniciativa. "De partida, considerar que trabajando un día menos a la semana se va a conseguir un incremento de la productividad de al menos el 20% es plantear una quimera, experimento antieconómico", afirma, y alerta de que "la experiencia es escasa hasta la fecha".

"Los casos existentes son muy puntuales. Han trascendido el de una empresa de Nueva Zelanda dedicada al fideicomiso con un gran volumen de grabación de datos, el caso de Microsoft durante el mes de agosto en Japón, o el de una firma de Jaén dedicada a la informática que ha conseguido organizarse en cuatro días. Solo con estos testimonios, sin haber visto al detalle la cuenta de resultados de estas firmas, no existe ninguna certeza de que la jornada de cuatro días sea garantía de una mayor productividad", afirma.

Adecco considera que el rendimiento laboral se mejora con retribuciones ligadas a la productividad, beneficios sociales, un buen clima laboral y flexibilidad

"Lo que sí está comprobado es que el rendimiento se incrementa cuando el trabajador está motivado por retribuciones ligadas a la productividad, cuando tiene un buen clima laboral o se le premia con beneficios sociales. También cuando se introduce la flexibilidad laboral de la mano de la digitalización", opina Blasco. "Todo esto debería implementarse en primer lugar, y si da sus frutos se podría plantear reducir las horas laborales. Desde mi punto de vista, apostar directamente por reducir un día de jornada a la semana es empezar por el tejado la casa de la productividad", asevera el dirigente.

Por otro lado, Javier Blasco pone en duda que la introducción de una subvención de alrededor de 300 euros por trabajador vaya a animar a las empresas. "No tengo claro que esa cifra compense la reducción de un día de jornada. Además, los incentivos de este tipo no han funcionado para fomentar la contratación fija, por ejemplo", agrega.

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