
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado un informe titulado "Efectividad y equidad en el gasto social: el caso de España" elaborado por Svetlana Vtyurina y autorizado por la supervisora de la Misión de la institución para nuestro país, Andrea Schaechter. En el estudio, el FMI reconoce como la economía española enfrenta "disparidades económicas y sociales sostenidas en varias áreas".
En este sentido, pone de manifiesto como las políticas de gasto social tienen una mayor responsabilidad a la hora responder ante estas adversidades pero, a su vez, enfrentan a la alta deuda pública y las presiones de una sociedad que envejece.
El análisis del Fondo hace un balance del nivel y la efectividad del gasto público social desde una perspectiva macroeconómica y entre países, complementando las recientes revisiones de gasto específicas.
Los resultados de este ejercicio sugieren, a ojos del Fondo, que el gasto en protección social debería apuntar a mejorar la redistribución a través de una mejor atención en los más vulnerables, mientras que una educación más efectiva y políticas activas del mercado laboral deberían apuntar a crear más oportunidades de igualdad y perspectivas de ingresos.
"En algunas áreas se necesitan más recursos fiscales", señala el FMI, que recuerda que "el gasto social por sí solo no puede reducir la desigualdad, y los esfuerzos también deben dirigirse a hacer que el mercado laboral sea más inclusivo".
La institución vuelve a recordar que la sostenibilidad del sistema de pensiones español está en riesgo a menos que se tomen medidas adicionales. En un principio, el FMI indica que la implementación completa de las reformas de 2011 y 2013 "mantendría ampliamente controlado el gasto en pensiones en respuesta a la demografía desfavorable". No obstante, estas reformas implican a su vez "una reducción significativa" en los beneficios que, hasta ahora, "no ha demostrado ser socialmente aceptable".
Pide reformas
Una vez más, el Fondo recomienda un paquete integral de reformas que incluya, entre otras medidas, incentivar un incremento de la vida laboral, aumentar los ingresos sin elevar las ya altas tasas de contribución y alentar los ahorros suplementarios.
El gasto en desempleo en España se ha elevado constantemente dado el alto nivel de desempleo estructural pero la institución liderada por Kristalina Georgieva considera que las protecciones a los desempleados son adecuadas. No obstante, otros gastos de asistencia social están por debajo de la media de la UE.
De acuerdo al FMI, el gasto en exclusión social, ayudas familiares (incluidas las prestaciones por hijos) y en materia de vivienda representan aproximadamente el 1,6% del PIB, un porcentaje que está bastante por debajo de la media del resto de Europa. El organismo incide en que el gasto en vivienda es especialmente pequeño.
Los más jóvenes, en desventaja
En general, el FMI recalca que hay menos redistribución de ingresos en España, incluso a través del gasto social, frente a la media de la UE. Además incide en como las ayudas sociales juegan particularmente en desventaja de los más jóvenes. El análisis explica como la desigualdad del mercado es más fuerte entre las personas mayores, la redistribución fiscal se centra en las personas mayores. Una situación que se observa claramente a través del gasto público en pensiones. Esto repercute a los más jóvenes.
Desde la institución con sede en Washington ponen de manifiesto como aunque laboral de nuestro país ha mejorado, el 32,2% de la fuerza laboral juvenil de España (16-24 años) todavía estaba desempleada a fecha de agosto del año pasado, en comparación con el 15,4% en la zona del euro. "Si bien son elegibles para beneficios de desempleo o asistencia social mínima, el sistema no ha sido suficiente para prevenir la pobreza juvenil generalizada", asegura el Fondo al referirse a la población española más joven.