Economía

La España vaciada desaprovecha la nueva ola de inmigración: no llegan suficientes para frenar la despoblación

  • En catorce provincias pierden habitantes pese al crecer los extranjeros
  • Barcelona y Madrid concentran más del 40% del flujo migratorio

El número de habitantes extranjeros en España volvió a superar los cinco millones de personas a cierre de junio de 2019 por primera vez desde 2012. En concreto, ascendió a 5.023.279 impulsando la población total por encima de 47 millones de personas alcanzando máximo histórico. Sin embargo, el flujo de inmigración se reparte muy desigual por el territorio español. Cinco provincias concentran la mayor parte de la entrada de población extranjera, mientras en más de la mitad de provincias registran un saldo migratorio negativos desde 2006. La situación se agrava en la llamada España vaciada. Hasta el punto que en Ciudad Real y Jaén registran descenso en la población extranjera.

Por primera vez en la historia de España la población supera los 47 millones de habitantes, según las últimas cifras de población del INE. Y se produce en mitad una gran crisis demográfica con una población cada vez más envejecida, la edad mediana se sitúa en 44 años frente a los 30 años de 1975, y con una natalidad en mínimos históricos y una mortalidad al alza. La llegada de extranjeros está paliando la pérdida población nacional que lleva estancada en las 42 millones de personas desde 2012 y ha sacado al país de tres años de caída total de la población. El cóctel de envejecimiento y crisis económica provocó un retroceso en el número de habitantes desde 2012 hasta 2015, sobre todo, porque dejó de llegar inmigración al país y muchos de los inmigrantes que ya había aprovecharon para retornar a sus países o buscar nuevas oportunidades en otros países. En siete años la población extranjera cayó en más de 1,1 millón de personas, entre 2009 y 2016.

Con la recuperación económica, la dinámica ha cambiado totalmente. Según el INE, el número de extranjeros alcanzó una cifra de 5.023.279 a 1 de julio de 2019, todavía lejos de los 5,4 millones al que se llegó en 2009. En los últimos doce meses, creció 366.946 personas, un 7,9%, el mayor ritmo desde 2008. Sin embargo, el flujo migratorio no está siendo homogéneo en todo el territorio.

¿Qué regiones reciben a mayor número de inmigrantes?

Tras tocar fondo en 2016 cuando la cifra de extranjeros cayó a 4,38 millones de persones, el número de inmigrantes aumentó hasta el 1 de julio de 2019 en 640.661 individuos. Más del 55% de este incremento se concentra en las provincias de Barcelona, Madrid, Tenerife, Baleares y Alicante.

En concreto, en Barcelona la población extranjera se ha disparado un 25,7% desde 2016 hasta 2019 al aumentar en 145.116 personas. En Madrid, ha subido un 17,8% al crecer este grupo de población en 123.439 personas. Por su parte, en Tenerife ha crecido un 25,1% al sumar en este periodo al sumar 36.719 extranjeros. En las Islas Baleares el incremento ha sido del 16% al subir la población extranjera en 37.006 personas. Y en Alicante el ascenso ha sido del 8% aumentando los extranjeros en 28.150. No obstante, a pesar de que estas regiones son el foco atracción de la población inmigrante, no son las provincias donde más ha crecido la población inmigrante en este periodo. En Vizcaya ha crecido un 27% y en A Coruña un 31%. Sin embargo, términos relativos pesan poco en la movilidad de los flujos de entrada de la inmigración al solo aumentar en 13.153 y 9.963 personas, respectivamente.

El dinamismo de estas provincias contrasta con el crecimiento de la población extranjera donde 30 crecen por debajo de la media en España que sitúa en el 14% entre 2016 y 2019. Los casos más preocupantes son Cuidad Real y Jaén, dos provincias castigadas por la despoblación. Desde 2016 ha perdido 11.737 y 13.960 habitantes, respectivamente, y son las únicas provincias españolas donde también ha caído la población inmigrante. La región manchega ha visto como se reduce un 6,39% y en la andaluza un 2,17%.

En otras provincias de la España vaciada la situación no llegan a sufrir una caída de su población extranjera pero no logran taponar la pérdida de población nacional. En Zamora en este tiempo solo han llegado a residir 216 nuevos inmigrantes, mientras la provincia ha perdido 7.298 habitantes. Teruel la despoblación de los tres últimos años supone 2.265 menos de personas en la región, pese a que la población inmigrante se ha elevado en 1.008 personas. Pero también pasa en Burgos, Soria, Palencia, Cáceres, Badajoz, Asturias, Ávila, Lugo, y Ourense. Las otras provincias golpeadas por la España vacía.

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