
Con el cambio de año se vuelven a endurecer las condiciones para la jubilación, con una subida de la edad de referencia para la jubilación y también se elevan los plazos de cotización para retirarse antes y acceder al 100% de la pensión. En concreto, a partir del 1 de enero de 2020 si se ha cotizado menos de 37 años la edad de jubilación se sitúa en 65 años y 10 meses. Mientras si se ha cotizado más de 37 años, el acceso a la jubilación queda fijado en 65 años. Pero los cambios también afectarán al cálculo de la pensión
En 2011 se aprobó la reforma de las pensiones que introducía un retraso retraso progresivo de la edad de jubilación. Pero no fue hasta 2013 cuando el régimen transitorio comenzó aplicarse con un horizonte temporal hasta 2027 con el objetivo de que la edad de jubilación alcanzará los 67 años, desde los 65 años. Primero, empezó a elevarse un mes por cada año que pasara hasta 2018. A partir de este ejercicio, ha empezado a retrasarse dos meses por año. Por ello, con el cambio de año la edad de jubilación quedará fijada en 2020 en 65 años y 10 meses.

Esta progresividad también se quedó fijada para los años de cotización necesario para acceder al 100% de la pensión de jubilación. Asciende a 37 años desde los 36 años y 9 meses de 2019. Para estos casos, el trabajador podrá jubilarse a los 65 años.
El aumento progresivo también afecta a las personas que quieran acogerse a la jubilación parcial, que posibilita la compatibilidad entre la pensión y un trabajo a tiempo parcial. La jubilación parcial en 2020 se dará a partir de 61 años y 10 meses o a partir de los 35 años cotizados, mientras que si se cumplen los 33 años en la Seguridad Social la edad es de 62 años y 8 meses.
En paralelo al retraso de la jubilación, también se está empezando a ampliar el plazo de cómputo de la cotización para calcular la base reguladora que determina la cuantía de la pensión. También desde 2013 se abrió un periodo transitorio hasta el 1 de enero de 2022 en el que el periodo de cotización exigido para calcular la pensión pasará de forma progresiva desde los 15 años a los 25 años. Con la entrada en 2020, el periodo de cálculo queda fijado en 23 años.
Incluso más importante que el retraso de la edad de jubilación y el periodo de computo, se introduce una nueva fórmula para calcular la cuantía de la pensión. La cuantía de la pensión de jubilación, en su modalidad contributiva, se determinará aplicando a la base reguladora. Por los primeros 15 años cotizados cuentan para el 50% del cálculo de la pensión, y por cada mes adicional de cotización entre los meses 1 y 106, el 0,21% y por los 146 meses siguientes, el 0,19%. Durante los años 2013 a 2019 se venía calculando por los primeros 15 años cotizados, un 50% y por cada mes adicional de cotización entre los meses 1 y 163, el 0,21% y por los 83 meses siguientes, el 0,19%.