Economía

EEUU quiere que el sector privado participe en el programa de rescate de los bancos

Lawrence Summers, presidente del Consejo Económico Nacional de EEUU. Foto: Bloomberg

El presidente del Consejo Económico Nacional, Lawrence Summers, ha afirmado que una de las modificaciones que el Gobierno estadounidense prepara para el plan de estímulo económico es incentivar a las empresas privadas para que puedan invertir en los bancos con problemas. Además, se planteará seriemente la creación de un banco malo que adquiera los activos tóxicos de las entidades.

"No todo puede ser capital privado, pero con las garantías gubernamentales adecuadas y la financiación correcta, con una correcta estrategia de aproximación", el nuevo secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, "cree que podemos introducir una cantidad sustancial de capital privado", señaló Summers.

Recientemente, Geithner afirmó que se están estudiando una serie de medidas para impulsar la economía que serían anunciadas pronto. El secretario del Tesoro encabeza los esfuerzos del Gobierno del presidente Barack Obama para revisar el programa TARP, y una de estas reformas será la de permitir a las empresas privadas la entrada en el plan de rescate, de forma que la Administración de EEUU podría compartir el peso de las ayudas.

El 'banco malo'

Ya en octubre, el gurú de Omaha, Warren Buffett, adelantó esta posibilidad ofreciéndose a aportar aportar 7.000 millones de dólares al plan de rescate del Gobierno estadounidense, cantidad que en aquel entonces suponía un 1% del total.

El programa de estímulo económico que actualmente se discute en el Senado, y que Obama quiere aprobar antes del 16 de febrero, pasan también por la creación de un banco malo que absorba los activos tóxicos de las entidades. Éste será financiado con parte de lo que quede del fondo de rescate de activos inicial, que estaba dotado con 700.000 millones de dólares. Sin embargo, según señalaba ayer el diario estadounidense The Wall Street Journal, la mayor parte del dinero procederá del sector privado.

Además, los añadidos que introducirá el Gobierno estadounidense en el plan a debate pasan por ofrecer garantías sobre activos respaldados en préstamos hipotecarios, llevar a cabo nuevas inyecciones de capital a las instituciones financieras, ayudar a los propietarios de una vivienda y ampliar el programa de crédito al consumo.

Después de la votación en el Senado, el plan debe pasar por negociaciones entre el Senado y la Cámara de Representantes antes de que pueda ser firmada por Obama para convertirse en ley. Por eso, Summers instó a senadores y congresistas a que alcancen un rápido compromiso con el programa económico, cuyo valor podría ascender a más de 800.000 millones de dólares, y con el que se espera que ayude a crear entre tres y cuatro millones de puestos de trabajo.

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