La guerra arancelaria entre EE.UU. y China, el Brexit o las incertidumbres de la política económica hacen mella en la confianza de los empresarios. De esta forma, casi el 80% de los expertos, directivos y empresarios españoles encuestados en el Consenso Económico de PwC esperan una desaceleración generalizada de la economía mundial en 2020, en el que la actividad crecerá por debajo de su potencial. No obstante, no esperan una contracción del PIB y descartan una recesión como la vivida en la reciente crisis financiera internacional.
Asimismo, sólo un 19,6% cree que el próximo año se vayan a producir tasas de crecimiento negativas en las economías desarrolladas.
Economía española
Los expertos que integran el Consenso Económico también adelantan una desaceleración de la economía española para los próximos doce meses. Caen en más de treinta puntos -del 71,8% al 40,3%- los que califican como bueno el momento coyuntural actual de nuestro país, y aumentan, en otros treinta puntos -del 24,7% al 53,5%-, los que la consideran regular.
De esta manera y respecto al Consenso anterior, los panelistas rebajan el crecimiento de la economía española en 2019 del 2,2% al 2% y, en 2020, del 1,9 al 1,8%, en este último caso, en línea con las previsiones del Gobierno. Además, los empresarios vaticinan una bajada en la creación de empleo. Hasta el 70,8% de ellos asegura que disminuirá y tan solo el 8,8% cree que aumentará.

Situación de las empresas
El estudio también revela un movimiento hacia opiniones menos optimistas cuando se les pregunta sobre cómo valoran la situación económico-financiera de las empresas para el próximo trimestre. Como consecuencia, caen del 63,5% al 47% los expertos que piensan que la inversión productiva en España permanecerá estable en los próximos seis meses y aumentan hasta el 42,5% los que estiman que disminuirá.
En España crecen las dudas sobre la evolución del consumo y la demanda de la vivienda
Algo similar sucede con el comportamiento de las exportaciones -el 43,4% espera que se mantengan y un 40,7% que se reduzcan-. En este sentido, el Club de Exportadores e Inversores advirtió el pasado jueves de que "la desaceleración de las exportaciones sigue su curso de manera preocupante" y urgió a que se forme en España un Gobierno que dinamice la competitividad internacional de las empresas. Asimismo, el presidente del Club, Antonio Bonet, señaló que es "innegable" el "complejo" del contexto internacional, con la ralentización del comercio mundial, el auge del proteccionismo, el Brexit y la debilidad económica de Alemania, pero apuntó que otros países que también están sometidos a circunstancias adversas "están evolucionando mejor" como es el caso de Francia o Italia.
Respecto a la evolución del consumo de las familias, genera dudas entre los encuestados. Un 52,1% afirma que seguirá estable en los próximos seis meses, pero aumenta hasta el 40% el porcentaje de los que piensan que disminuirá. Asimismo, si ponemos el foco en la evolución la demanda de vivienda aumentan del 16,4% al 56,5% los que estiman que disminuirá.
Los empresarios piden un giro de la política monetaria del BCE ante la desaceleración
En este contexto, los expertos, directivos y empresarios que participan en el Consenso Económico esperan que los tipos de interés se mantengan en el 0% en los próximos meses y que el euro siga cotizando entre 1 y 1,1 dólares.
Eurozona
En cuanto a la situación de la coyuntura mundial las perspectivas empeoran. La opinión cae del 54,2% al 36%, casi veinte puntos, los que consideran que es buena, y suben, del 44,1%al 62,4%, los que la definen como regular.
Las previsiones de los panelistas acerca de la economía de la eurozona son idénticas. El 79,4% estima que, de producirse una crisis en la UE, esta no será como la última. ¿Las razones? En primer lugar -según el 46,4%-, porque los desequilibrios actuales son menores, pero, también, aunque en menor medida, porque se cuenta con mecanismos que no existían en 2008 (MEDE y compra de activos por parte del BCE). Además, señalan que tenemos mayores márgenes de actuación en las políticas europeas.
Por otro lado, los expertos, directivos y empresarios valoran muy positivamente el conjunto de las medidas tomadas por el BCE ante el deterioro de las expectativas económica en la eurozona como comprar deuda, reducir los tipos de interés negativos en los depósitos, retomar las subastas de liquidez a largo plazo, y retrasar subidas del precio del dinero hasta que se recupere la inflación.
Y es que, el 71% de los encuestados las consideran necesarias, pero, al mismo tiempo creen que no serán suficientes para revertir la situación. Un 86,4% coincide en señalar que la política monetaria del BCE está llegando a sus límites y aseguran que solo será efectiva si se conjuga con una política fiscal más expansiva.
En la misma línea, una mayoría de panelistas -casi el 62%- cree que, a diferencia de EE.UU., Reino Unido y Japón, la eurozona no dispone de las herramientas adecuadas para combatir el riesgo de deflación y de estancamiento permanente y considera que esto no será posible hasta que se complete la unión bancaria y fiscal.