
El Banco de Inglaterra mantiene los tipos de interés den el 0,75%, pero dos miembros del comité hubieran preferido reducir el precio del dinero, algo que no estaba en las previsiones. La decisión se ha tomado por mayoría de 7 miembros del comité que votaron a favor y 2 que han votado en contra, dando la sorpresa y llevando a la libra británica a caer más de un 0,3% contra el euro.
Dos miembros del comité hubieran preferido un recorte de los tipos ante la debilidad mostrada por la economía británica. El informe mensual del BoE se hace eco de esta situación achacando a la incertidumbre del Brexit gran parte de esta desaceleración de la economía del Reino Unido, pero también a la desaceleración del exterior.
"Si el crecimiento se mantiene bajo, los tipos de interés podrían caer", señala el comunicado del banco. No obstante, el escenario base prevé una recuperación de la confianza de los hogares y las empresas, pero si es no ocurre podría tener que bajar los tipos para apoyar el crecimiento y la vuelta de la inflación al 2%", señalan los expertos del BoE.
Se espera que el PIB avanza un 1,4% este año, levemente por encima que en las anteriores previsiones, mientras que en 2020 crecerá un 1,2% y en 2021 un 1,7%, desde el 2,3% vaticinado anteriormente.
En cuanto a los precios, la tasa de inflación se situó el pasado mes de septiembre en el 1,7% y se prevé que baje al 1,2% para la próxima primavera debido al efecto transitorio de las caídas en los precios regulados de la energía y el agua, aunque la institución espera que aumente ligeramente por encima del 2% hacia el final del período de pronóstico.
Por otro lado, sí ha habido unanimidad entre los miembros del comité para dar continuidad a las compras de activos. Los miembros del vomité del BoE han votado en bloque a la hora de mantener en 10.000 millones de libras esterlinas (11.243 millones de euros) la emisión de reservas del banco central para financiar la compra de deuda corporativa, así como de continuar con el programa de 435.000 millones de libras esterlinas (489.000 millones de euros) de compra de bonos soberanos.
Abre la puerta a bajadas
De este modo, el Banco de Inglaterra sigue dispuesto a "responder en cualquier dirección" a los cambios en las perspectivas económicas para garantizar un retorno sostenible de la inflación al objetivo del 2% y supervisará de cerca la respuesta de empresas y hogares a la evolución del Brexit, así como a las perspectivas de recuperación del crecimiento mundial.
"Si el crecimiento global no se estabiliza o si las incertidumbres del Brexit permanecen arraigadas, la política monetaria puede necesitar reforzar la recuperación esperada del crecimiento y la inflación del Reino Unido", ha apuntado la entidad.
Más adelante, siempre que estos riesgos no se materialicen y la economía se recupere ampliamente en línea con las últimas proyecciones, puede ser necesario un ajuste moderado de la política, a un ritmo gradual y de forma limitada, para mantener la inflación de manera sostenible en el objetivo.