
Los desafíos que plantea a la supervivencia del proyecto europeo un mundo globalizado requiere de una respuesta "más fuerte" de Europa, incluyendo la creación de una herramienta fiscal común en la zona euro (presupuesto) con alcance suficiente para estabilizar la unión monetaria sin crear demasiados riesgos morales. Además, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha defendido en su despedida del cargo una política fiscal más expansiva para estimular el crecimiento y la inflación en la zona euro. Esta es la senda para empezar a subir los tipos de interés.
"No hay una solución perfecta. Cuando los riesgos se comparten, los riesgos morales no se pueden nunca reducir a cero, pero se pueden contener en gran medida con el diseño apropiado", ha afirmado el banquero italiano al formular su último deseo como responsable de la política monetaria de la zona euro, que a partir del próximo mes de noviembre será dirigida por Christine Lagarde.
En su alegato, Draghi ha subrayado que la creación de una unión del mercado de capitales llevará a compartir más riesgos en el sector privado, reduciendo la parte de los mismos que debería ser gestionada por una capacidad fiscal central, que, a su vez, reduciría los riesgos para el conjunto de la unión cuando las políticas nacionales son incapaces de desempeñar su rol.
El italiano ha incidido en la creación de una herramienta fiscal común que pueda luchar contra los shocks externos que puedan sufrir los países de la unión monetaria. Además, Dragh ha reconocido que algunos desafíos como mitigar el cambio climático pueden servir de base para aunar la voluntad colectiva de Europa.
"Sea cual sea el camino adoptado, está claro que ahora es el momento de más Europa, no menos", ha señalado el presidente del BCE, para quien la zona euro solo puede dar respuesta a las preocupaciones de los ciudadanos trabajando unida. "Necesitamos que Europa sea más fuerte", ha apuntado.
La unión bancaria y la política fiscal
La construcción de unos mercados de capitales únicos y unidos, que conduciría a una mayor distribución de riesgos en el sector privado, reduciría considerablemente la fracción de riesgos que debe gestionar una cada país. "Y una herramienta fiscal central a su vez reduciría los riesgos para toda la unión cuando las políticas nacionales no pueden desempeñar su papel".
"En otras regiones donde la política fiscal ha desempeñado un papel más importante desde la crisis, hemos visto que la recuperación comenzó antes y que el retorno a la estabilidad de precios ha sido más rápido. EEUU tuvo un déficit del 3,6% en promedio de 2009 a 2018, mientras que la zona del euro tuvo un superávit de 0,5%", ha explicado Draghi durante el discurso.
"En otras palabras, EEUU ha tenido tanto una unión de los mercados de capitales como una política fiscal anticíclica. La zona del euro no tenía una unión de los mercados de capitales y una política fiscal procíclica".
El camino hacia una herramienta fiscal en la zona euro probablemente será largo. "La historia muestra que los presupuestos rara vez se han creado con el propósito general de la estabilización, sino más bien para cumplir objetivos específicos en interés público. En EEUU fue la necesidad de superar la Gran Depresión lo que llevó a la expansión del presupuesto federal en la década de 1930. Quizás, para Europa, requerirá una causa urgente, como la mitigación del cambio climático, para lograr ese enfoque colectivo", ha sostenido Mario Draghi.
"Sea cual sea el camino que se tome, es evidente que ahora es el momento de más Europa, no menos. Me refiero a esto no de una manera axiomática, sino en las verdaderas tradiciones del federalismo. Donde los resultados que puedan ser mejor transmitidos por las políticas nacionales, sigan siendo así... pero necesitamos que Europa sea más fuerte", ha sentenciado Draghi.