
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha propuesto este viernes terminar con el diésel, apostar por las renovables, eliminar el uso del plástico de un solo uso y limitar los vuelos, especialmente de aquellos trayectos cortos que tienen alternativa por tren, según informa el consistorio en un comunicado.
Lo ha dicho durante su intervención en la cumbre mundial de grandes ciudades que desde el miércoles se reúnen en Copenhague (Dinamarca) para tratar sobre la emergencia climática.
"Para un cambio de paradigma real, es necesario afrontar un cambio de modelo productivo y económico", ha dicho Colau
"Las ciudades están liderando el cambio, pero los Estados tienen la capacidad legislativa para cambiar las reglas del juego globales", ha recordado Colau, y ha insistido en que "para un cambio de paradigma real, es necesario afrontar un cambio de modelo productivo y económico".
La alcaldesa ha reclamado una "fecha límite clara y rápida" para terminar con el diésel, ha apostado por la eliminación del embalaje de alimentos con plástico porque, según ella, se está envenenando el mar, y ha criticado que el acto modelo de la industria agroalimentaria no es sostenible, por lo que ha pedido un cambio.
Madrid, Barcelona y otras 33 capitales mundiales se comprometen a garantizar un aire limpio en 2025
Además de Colau, la alcaldesa de París (Francia), Anne Hidalgo, y el de Los Ángeles (Estados Unidos), Eric Garcetti, presentan este viernes en Copenhague el compromiso de las ciudades por un aire limpio, en el marco de una cumbre mundial de grandes ciudades comprometidas con la emergencia climática y agrupadas en la red C40.
Los alcaldes de 35 ciudades, entre ellas Madrid y Barcelona, han firmado en Copenhague (Dinamarca) la Declaración de C40 por un Aire Limpio en las Ciudades, con la que se comprometen a lograr un aire limpio en 2025; reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a trabajar juntos para formar una "coalición mundial sin parangón a favor del aire limpio" porque reconocen que se trata de "un derecho del ser humano".
En el marco de la Cumbre Mundial de Alcaldes que se ha celebrado esta semana en la capital danesa, 35 de los 40 alcaldes que forman parte de la coalición han acordado cumplir las directrices sobre la calidad del aire para 2030 y evitar 4.000 muertes anuales en los más de 140 millones de personas que viven en estas ciudades.
Los signatarios se comprometen al adherirse a la declaración a establecer objetivos de objetivos ambiciosos de reducción de la contaminación y a implantar políticas sustantivas de aire limpio para 2025.
¿Quiénes son los firmantes?
Los firmantes son las Alcaldías de Amman, Austin, Bangalore, Barcelona, Berlín, Buenos Aires, Copenhague, Delhi, Dubai, Durban, Guadalajara, Heidelberg, Houston, Yakarta, Los Ángeles, Lima, Lisboa, Londres, Madrid, Medellín, Ciudad de México, Milán, Oslo, París, Portland, Ciudad Quezón, Quito, Rotterdam, Seúl, Estocolmo, Sydney, Tel Aviv, Tokio, Varsovia, Washington DC.
"Sabemos que tenemos que hacer frente a dos peligros que van de la mano: la contaminación atmosférica y la emergencia climática. Para eliminar la contaminación que está dañando nuestra salud y calentando nuestro planeta es crucial llevar a cabo acciones inmediatas, colectivas y sin precedentes", han manifestado los 35 alcaldes.
La Declaración establece también que los alcaldes usarán su "poder e influencia para reducir la contaminación del aire y avanzar" hacia el cumplimiento de las directrices de la OMS sobre calidad del aire, por lo que deberán por reducir paulatinamente sus emisiones locales y abogarán por reducir en las emisiones regionales.
En concreto, deberán establecer objetivos ambiciosos de reducción de la contaminación en un plazo de dos años que alcancen o superen los compromisos del país; implantar políticas sustantivas de aire limpio para 2025 que aborden las causas propias de la contaminación en sus ciudades. Asimismo, deberán presentar informes públicos sobre los avances en el logro de estos objetivos.
Entre las medidas y opciones disponibles, el grupo del C40 destaca opciones como el fomento del transporte público de emisión de carbono bajo o nulo; crear zonas de emisiones cero; exigir y promover el uso de combustibles más limpios para la calefacción y la cocina; mejorar los incentivos y las infraestructuras que permitan los desplazamientos a pie y en bicicleta; y establecer un sistema de vigilancia de la calidad del aire en toda la ciudad.
En este contexto, reconocen que no tienen capacidad para abogar todas las causas de la contaminación y por ello hacen un llamamiento a los Estados nacionales, a empresas y a todos los que se preocupen por el cambio climático y la salud pública para que se muestren a la altura de este compromiso.
"Utilizaremos todos los medios que estén a nuestra disposición como alcaldes para combatir la contaminación del aire e instaremos a otros responsables de provocar la contaminación que envenena el aire en nuestras ciudades para que se unan a este compromiso", concluyen.
La alcaldesa de París y presidenta del C40, Anne Hidalgo, ha responsabilizado a la industria de los combustibles fósiles y los automóviles de combustión de causar una "crisis mundial de salud pública". Por ello, ha añadido que los compromisos anunciados por 35 alcaldes pioneros demuestran claramente que la era de las emisiones tóxicas que envenenan el aire que todos respiramos está llegando a su fin. "No descansaré hasta que todos los parisinos respiren aire limpio", ha prometido.
El C40 ha publicado un estudio que estima que si todas las ciudades C40 (cerca de un centenar) limitaran su transporte, sus edificios y su industria se reducirían las emisiones de GEI en un 87 por ciento; las de PM2.5 casi a la mitad y se podría evitar más de 220.000 muertes prematuras al año.