El Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) ha mantenido por unanimidad (9 votos a favor y 0 en contra) los tipos de interés en el 0,75%, tal y como esperaba el mercado. El organismo ha advertido que con las fuertes oscilaciones de la libra y la incertidumbre del Brexit, los datos sobre el PIB se han vuelto menos fiables.
El BoE justifica su decisión de mantener intacta su política monetaria como una forma de alcanzar el objetivo de inflación del 2% en Reino Unido, así como sostener el crecimiento de la economía y el empleo en el país. La inflación del país se mantuvo por debajo de este nivel el pasado mes de agosto, último dato disponible.
Las cuestiones relacionadas con el Brexit están haciendo que los datos económicos del Reino Unido sean más volátiles, con una caída del PIB del 0,2% en el segundo trimestre de 2019 y ahora se espera que aumente un 0,2% en el tercer trimestre.
No obstante, "el Comité considera que el crecimiento subyacente se ha desacelerado, pero sigue siendo ligeramente positivo, y que parece haberse abierto un cierto exceso de oferta dentro de las empresas. Las incertidumbres del Brexit han seguido afectando la inversión empresarial, aunque el crecimiento del consumo se ha mantenido resistente, respaldado por el crecimiento continuo de los ingresos reales de los hogares".
El contexto mundial más débil está pesando sobre las exportaciones. El Gobierno ha anunciado un aumento significativo en el gasto público para 2020-21, lo que podría aumentar el PIB en alrededor del 0,4% durante el período de pronóstico del Comité, todo lo demás igual.
