Economía

La contradicción de la educación en España: el gasto por estudiante es bajo mientras que el coste salarial de los profesores muy alto

  • El coste salarial de los profesores está por encima de países como Noruega
  • El número de alumnos por clase en España es menor que en la OCDE
  • Cerca del 97% de los niños de 3 a 5 años se encuentra escolarizado
Foto de archivo

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha publicado el nuevo informe 'Panorama de la Educación' en el que vuelve a mostrar las debilidades del sector educativo en España, aunque también algunas luces. No obstante, lo que resulta más llamativo es la discrepancia entre dos datos que deberían ir de la mano: el gasto por alumno y los salarios de los profesores, ya que ambos indicadores dependen, en gran parte, el uno del otro. Sin embargo, en España se produce una anormalidad: la masa salarial de los profesores es de las más altas de la OCDE (en términos relativos) mientras que el gasto por alumno está por debajo de la media, lo que deja entrever que una parte superior del gasto en educación en términos relativos se dedica a los sueldos de los profesores en lugar de invertir en otros aspectos como pizarras digitales, innovación o formación del profesorado.

OCDE: "En 2017, los costes salariales por alumno del profesorado de Educación Primaria y Secundaria en España fueron más elevados que en la media de los países de la OCDE"

La OCDE lo señala así en la nota específica para España: "Mientras que el gasto por estudiante permanece bajo, los costes salariales del profesorado por estudiante son relativamente altos".

El gasto educativo por estudiante a tiempo completo en España es menor que en la mayoría de países de la OCDE. En 2016, España gastó un total de 9.500 dólares por estudiante frente a los 10.500 dólares en la media de países de OCDE. La diferencia se debió principalmente al gasto por estudiante en Educación Terciaria (universitario o superior), que en España se encuentra por debajo de la media (12.600 dólares en España frente a los 15.600 dólares de media en la OCDE).

Sin embargo, en términos de PIB per cápita (una medida más justa para este tipo de indicadores), España alcanza la media OCDE: el gasto por estudiante a tiempo completo desde Educación Primaria a Terciaria fue del 26% del PIB per cápita, y del 23% el destinado a la educación no terciaria.

Los salarios de los profesores

Los salarios reglamentarios iniciales del profesorado en España son considerablemente más elevados que en la media de la OCDE. Al igual que en el entorno OCDE, el salario del profesorado se incrementa con la experiencia, aunque la diferencia en los niveles retributivos entre España y la media OCDE se estrecha para el profesorado con 15 años de experiencia. Por ejemplo, los docentes españoles de segunda etapa de Educación Secundaria al inicio de su carrera ganaron 9.700 dólares más que la media OCDE, aunque esta ventaja se redujo a los 2.700 dólares para el profesorado con 15 años de experiencia.

Un nivel retributivo más alto se traduce en un aumento del coste salarial del profesorado. En 2017, los costes salariales por alumno del profesorado de Educación Primaria y Secundaria en España fueron sustancialmente más elevados que en la media de los países de la OCDE.

Estos costes representaron el 9,4% del PIB per cápita para Educación Primaria (media OCDE: 6,7%), el 12,6% para primera etapa de Educación Secundaria (OCDE: 8,2%) y el 12,2% para segunda etapa de Educación Secundaria, (media OCDE: 8,0%). Además, el tamaño estimado de la clase en España es menor que en la OCDE, lo cual incrementa el coste salarial del profesorado por alumno. 

El lado positivo

No todo iban a ser malas noticias o situaciones incomprensibles para la educación española. El informe destaca que desde 2005 a 2017, la tasa de graduación por primera vez en segunda etapa de Educación Secundaria (equivalente a bachillerato) ha aumentado considerablemente, pasando del 56% al 81%, y acercándose a las mediasde OCDE y UE23, ambas con un 86%.

Por otro lado, aunque en España las tasas de desempleo son altas sin tener en cuenta el nivel educativo, el riesgo dedesempleo se reduce considerablemente con el nivel de educación alcanzado: la tasa de desempleo entre adultos sin segunda etapa de Educación Secundaria es del 21%, del 14% con segunda etapa de Educación Secundaria, y del 8% para adultos con Educación Terciaria.

Cerca del 97% de los niños de 3 a 5 años se encuentra escolarizado en Educación Infantil, frente a la media del 87% de los países de la OCDE. En 2017, la escolarización entre los niños menores de 3años fue del 36% (superior a la media OCDE, 26% y UE 23, 23%).

Otros datos a nivel global

Las personas que tienen estudios universitarios en los países más desarrollados ganan, de media, un 57% más que las que se han quedado en el nivel superior de la secundaria y además su riesgo de desempleo es significativamente menor.

La OCDE indica que la diferencia de remuneraciones entre esos dos grupos es del 38% para los que tienen entre 25 y 34 años, pero llega al 70% entre los de 45 a 54 años.

Entre los que han hecho estudios universitarios, aquellos que tienen un máster o un doctorado cuentan con una ventaja diferencial significativa.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, subraya la rentabilidad de ese tipo de titulaciones, ya que mientras su costo anual es similar al de otras de la educación superior, al final los que cursan un máster o un doctorado acaban ganando de media un 32% más.

Gurría también señala en el editorial del informe problemas en la orientación de los estudiantes, porque hay carreras muy solicitadas por el mercado de trabajo y asociadas al progreso tecnológico que sin embargo tienen una demanda insuficiente.

En concreto, indica que sólo un 14% se decanta por titulaciones de ingeniería, industria y construcción y un 4% optan por las tecnologías de la información y de la comunicación. Por si fuera poco, las mujeres están infrarrepresentadas en estas especialidades, ya que suponen menos del 25% de los estudiantes.

Las ventajas de los universitarios no se limitan a los sueldos, sino que su tasa de ocupación media es del 85%, mientras que la cifra se queda en el 76% para los que se han quedado en el nivel superior de secundaria.

Y cuando unos y otros pierden el empleo, el riesgo de caer en el paro de larga duración también es diferente: del 29% para los primeros y del 36% para los segundos. Además, tienden a participar mucho más en actividades culturales y deportivas, con porcentajes que superan el 90%, frente a menos del 60%.

"El capital intelectual se ha convertido en el activo más valioso de nuestro tiempo", destaca Gurría, que añade que la educación universitaria tiene "un papel central" para que las personas y las sociedades afronten las transformaciones económicas, medioambientales y sociales.

Entre 2005 y 2016, el gasto en las instituciones universitarias se incrementó en un 28% de media en la OCDE, mientras que el número de alumnos subió un 12% y la plantilla académica se amplió a un ritmo del 1% anual.

Al final de ese periodo, se dedicaban 15.556 dólares por estudiante y un tercio se consagraba a investigación y desarrollo. Más de un 30% de los fondos tenía origen privado y las tasas de matrícula se encarecieron en más del 20% en la mitad de los países para los que hay datos disponibles.

En paralelo, la inversión en educación en los niveles previos a la universitaria aumentó en un 18% entre 2005 y 2016, para representar de media un 3,5% del producto interior bruto (PIB). Ese dinero suplementario se dedicó en particular a reducir el número de alumnos por clase y a elevar los salarios de los profesores.

La OCDE señala como uno de los puntos negros el abandono de los estudios sin llegar siquiera al nivel superior de la secundaria. En esa situación estaban en 2018 un 15% de las personas con edades entre 25 y 34 años, pese a que ese porcentaje ha disminuido considerablemente a lo largo de la última década.

Otra estadística que ilustra el abandono precoz de la escolaridad es la de los llamados "ninis", los jóvenes que ni estudian ni trabajan y que en la OCDE, en la franja entre los 18 y los 24 años, representan un 14%.

En países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Italia, Sudáfrica y Turquía los "ninis" suponen alrededor de un cuarto de la juventud.

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