Economía

Malasia quiere intercambiar aceite de palma por nuevos equipos militares

  • Ya negocian con China, Rusia, India, Pakistán, Turquía e Irán
  • Malasia es el segundo mayor productor mundial de aceite de palma
En la imagen, una plantación de aceite de palma. Foto: Dreamstime.

El ministro de Defensa de Malasia, Mohamad Sabu, ha informado este lunes de que el país pretende utilizar el aceite de palma, del cual es el segundo mayor productor mundial, como moneda de cambio para comprar nuevos equipos de defensa y ha añadido que ya se han iniciado las negociaciones con seis países (China, Rusia, India, Pakistán, Turquía e Irán).

Malasia es la tercera economía más grande del sudeste asiático y como tal pretende ampliar sus capacidades militares y reemplazar viejos equipos, como algunas embarcaciones de la Armada, que llevan más de 35 años en servicio. En el pasado el país se ha encontrado con dificultades para adquirir armamento por el alto coste, pero el aceite de palma podría crear nuevas oportunidades, según el ministro.

"Si están preparados para aceptar el intercambio por aceite de palma, estamos dispuestos a ir en esa dirección", ha declarado Sabu. También ha informado de que la intención es adquirir aviones de vigilancia y otros equipos además de los barcos. No ha especificado la cantidad exacta de aceite que pretenden exportar.

Malasia es el segundo mayor productor mundial de aceite de palma, tan solo por detrás de Indonesia, un producto utilizado en muchas cosas, desde chocolates hasta pintalabios. Ambos países juntos producen el 85% del aceite de palma mundial. Varios estudios han demostrado que la producción de esta grasa vegetal es una gran responsable de la deforestación, por lo que la Unión Europea ha aprobado este año una nueva ley para eliminar progresivamente el aceite de palma de la lista de biocombustibles para 2030, generando tensiones con los dos países productores.

Esta nueva idea para la adquisición de material defensivo entra dentro de un plan de diez años para aumentar la capacidad naval del país, incluyendo la región del mar de China Meridional, reclamada por varios países. Los recientes movimientos de China en ese mar han generado tensión con Filipinas y Vietnam. Malasia suele monitorizar los movimientos chinos en dicho mar, pero, según Sabu, "no han hecho nada que haya causado problemas".

"Queremos que la región se mantenga pacífica y neutral", ha expresado el ministro, y para ello ha sostenido que los países del sudeste asiático tienen que unirse para garantizar el cumplimiento de sus intereses individuales frente a las grandes potencias como Estados Unidos y China que también buscan el poder en la región.

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